Sorteo de Navidad

En busca de un «golpe de suerte»: la solidaridad a través de la lotería

La sociedad española se vuelca en la compra de décimos procedentes de Valencia para el Sorteo de «El Gordo» de Navidad

CATARROJA (VALENCIA), 13/11/2024.- Varias personas hacen cola en una administración de Lotería en Catarroja, este miércoles. Docenas de municipios de Valencia asolados por la dana afrontan, en medio del inédito despliegue de emergencia y ayuda solidaria, la amenaza de una nueva dana que ha obligado a suspender las clases y condiciona aún más el ingente trabajo para atender las innumerables llamadas de ayuda que emergen desde cada barrio, polígono o escuela, en muchos casos todavía cubiertos d...
Vecinos y voluntarios en una administración de lotería ubicada en una de las localidades afectadas por la DANAManuel BruqueAgencia EFE

El imaginario popular cree aquello de que allá donde hay una desgracia o catástrofe, trae consigo un golpe de suerte. Es por ello que cuando queda menos de un mes para que se celebre el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, todos los ojos estén apuntando a Valencia, principal zona damnificada por la catastrófica DANA que ha asolado gran parte de la provincia y ha dejado tras de sí más de 220 víctimas mortales. Golpe de suerte o no, más allá de supersticiones, lo que está claro es que todavía queda mucho trabajo por delante en zonas como Paiporta, Alfafar, Sedaví, Massanassa o Guadassuar, entre otros municipios que vieron cómo el pasado 29 de octubre una riada arrasó con todo y dejó una huella de fango imborrable en la historia de esta comunidad.

Casi un mes después de la tragedia, son muchos los que tienen que mirar hacia el futuro, y la lotería de Navidad supone este año un halo de esperanza para aquellos que lo han perdido todo. Tal y como señala a LA RAZÓN Borja Muñiz, presidente de la Asociación Española de Administraciones de Lotería (Anapal), se ha detectado un aumento de las peticiones de compra de décimos procedentes de la provincia de Valencia.

«Se nota que gente de toda España quiere lotería de Valencia, mucho más que otros años. Sobre todo, las administraciones que han quedado afectadas y finalmente abran antes del sorteo, lo van a notar muchísimo».

De hecho, pone de relieve otra de las fórmulas de compra de lotería que ya se desarrolló a raíz de la pandemia y que ha acrecentado el éxito para estos locales, y es la adquisición de décimos de manera «online». «En esta ocasión, está jugando un papel muy importante, y lo hará de cara las próximas semanas».

Lamentablemente, muchas de las administraciones ubicadas en las localidades devastadas perderán la oportunidad de trabajar en la campaña de Navidad. «Evidentemente, esta época es la más fuerte de nuestro negocio, por lo que se complica mucho más». Muñiz asegura que desde Anapal han mantenido un contacto directo desde el primer día con los locales afectados, en los que se ha detectado un amplio «abanico» de daños.

«Los hay desde los que han sufrido daños superficiales y ya han podido abrir, hasta los que han quedado totalmente destrozados. Es imposible compensar, porque para muchos es una campaña que está herida de muerte». Aún así, la Asociación ha lanzado una campaña de recaudación de fondos para ayudar directamente a todas las administraciones. «La respuesta ha sido francamente buena, aunque no ha servido para solucionar todo. Pero todo lo que se pueda ayudar, lo vamos a hacer. Además, los valencianos nos han dado una lección de solidaridad saliendo a la calle a ayudar a sus vecinos, y nosotros queremos tomar su ejemplo y ayudar en todo lo que podamos».

Mientras tanto, la cuenta atrás para escuchar cantar el número ganador de «El Gordo» ya ha empezado, y desde Anapal recuerdan que cualquier relación entre lo ocurrido con la DANA en Valencia y el número premiado en la lotería es puramente casual. «Se trata de un juego de azar, pero tradicionalmente se ha asociado fechas concretas de desgracias a un aumento de las ventas. Pasa algo, e inmediatamente se agota ese número». Sin embargo, pone el foco en lo importante, y es estar ahora, más que nunca, al lado de los afectados para que vuelvan a la normalidad lo antes posible.