Después de la riada

Los datos de la catástrofe, eje de la reconstrucción

La Vicepresidencia para la Recuperación Económica se marca como objetivo que en un año se haya vuelto a la normalidad

El vicepresidente Francisco José Gan Pampols y el secretario autonómico Venancio Aguado en Sedaví
El vicepresidente Francisco José Gan Pampols y el secretario autonómico Venancio Aguado en SedavíLa Razón

Diagnóstico, planificación e implementación. Estas son las tres fases en las que la Vicepresidencia para la Recuperación Económica y Social ha dividido su plan de actuación tras la dana. La primera de ellas está a punto de concluir y servirá para pasar a la acción. En los próximos días, el informe de diagnóstico estará finalizado.

Los datos obtenidos en esta primera etapa se han ido recopilando a través de diferentes fuentes: se ha trabajado con los ayuntamientos afectados, pero también con expertos, universidades, colegios profesionales y asociaciones.

Durante este tiempo se han organizado un total de 14 mesas sectoriales en las que han ido compareciendo más de un centenar de portavoces de los sectores socioeconómicos clave para la recuperación.

Todos ellos han compartido sus ideas y propuestas que han permitido configurar una foto fija de lo que ha supuesto la dana para la provincia de Valencia.

Además, según explican desde esta Vicepresidencia, se han enviado agentes de campo (arquitectos, cartógrafos, geógrafos, ingenieros de obras públicas y abogados) a los municipios afectados para verificar datos en infraestructuras, transportes, medio ambiente, vivienda, empleo, industria, comercio, turismo y de cualquier sector que ha sido afectado por la dana.

Análisis de datos

Todos los datos recabados han sido valorados, tratados y cuantificados por los técnicos de la Conselleria, que han contado con la colaboración del personal de la consultora PwC, encargada de llevar las labores de asistencia especializada y de los subdirectores generales adscritos de los departamentos que colaboran en el plan.

La riada asoló 562 kilómetros cuadrados de la provincia y afectó de manera directa o indirecta a 845.371 personas. Causó daños en 57 centros de salud, 115 centros educativos, 130 residencias, 57 áreas industriales y en miles de empresas. Además, 120.000 vehículos quedaron destrozados.

Todos los datos obtenidos tienen como único objetivo lograr un plan que sea lo más efectivo posible para que las zonas afectadas no solo vuelvan a la normalidad, sino que incluso salgan reforzadas y más seguras de esta situación.

El secretario autonómico del Plan de Recuperación, Venancio Aguado, asegura que su objetivo es lograr la plena recuperación económico y social de la zona afectada, además de garantizar la seguridad futura de las personas y actividades, minimizando todo lo posible las consecuencias de fenómenos meteorológicos adversos. «Para ello, vemos necesario avanzar en la configuración de un modelo económico que proporcione oportunidades de vida en un entorno más seguro para todos».

Octubre de 2025

Tras la fase de diagnóstico, se inicia la de planificación que tiene un horizonte marcado: que todas las zonas afectadas hayan recuperado la normalidad cuando se cumpla un año de la tragedia.

En el corto plazo, la Vicepresidencia se marca otro objetivo muy claro: que en el menor plazo posible todos los municipios salgan del nivel 2 de Emergencia.

Durante la planificación se van a diseñar las prioridades y las acciones para actuar en la postemergencia, así como las administraciones o entidades que son responsables de ejecutarlas.

La última de las fases del plan es la implementación, control, seguimiento y evaluación, en la que se llevará a cabo una monitorización y evaluación periódica y se realizará el seguimiento y control de las actuaciones programadas mediante el análisis de indicadores clave de desempeño.

«Durante este tiempo hemos comprobado que se ha hecho muchísimo, pero también que aún queda mucho por hacer. Para ello, hemos trazado las bases del camino a seguir para lograrlo».