Investigación

La jueza de la DANA busca ahora los agujeros negros del Cecopi

La instructora cerca a los responsables de la emergencia del fatídico 29 de octubre

La investigación de la gestión de la DANA sigue su curso mientras la crispación en el terreno político parece no tener tope. La jueza instructora ha vuelto a emitir este jueves un auto que pone en el punto de mira la reunión del Cecopi convocada en el Centro de Coordinación de Emergencias a las 17 horas del fatídico 29 de octubre.

Su última petición va dirigida a la Guardia Civil, a la que ha encargado una cronología de los hechos, y a la Consejería de Emergencias, a quien pregunta cuántos recesos hubo en el Cecopi.

Este nuevo requerimiento evidencia la obsesión de la instructora por obtener la máxima información posible de qué decisiones se tomaron aquella tarde. Los que se conectaron a esta reunión vía telemática –responsables de Aemet, de la Confederación Hidrográfica del Júcar y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé– han declarado en los medios de comunicación que se produjeron, al menos, dos «descansos».

Uno de los puntos de atención de la jueza para señalar a los responsables de la riada, que ha arrasado la provincia de Valencia y ha dejado 227 víctimas mortales, es la nula efectividad que tuvo el envío de una alarma a la población a través del sistema Es-Alert.

En el sumario se constata que la mayoría de las víctimas fallecieron antes de que esta alerta sonara en los móviles a las 20:11 horas.

Primero preguntó quién dio la orden de enviar la alarma. La Generalitat contestó que la dirección del plan de emergencias la ejercía la entonces consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, pero apuntó que ella estaba dentro de un comité de dirección del que también forma parte la delegada del Gobierno.

A esta pregunta le siguió una segunda sobre qué autoridades estaban presentes en ese Cecopi cuando se envió la alerta. La respuesta provocó un verdadero terremoto político.

En primer lugar, porque la Generalitat contestó que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, no llegó hasta pasados 15 minutos de que esta alerta se enviase. Concretamente a las 20:28 horas. El relato, lejos de presentarse como un cambio de versión sobre lo dicho hasta ahora por el jefe del Consell –existen declaraciones suyas afirmando que llegó al Cecopi pasadas las 19 horas– se celebró como una gran victoria.

El motivo argumentado por la propia vicepresidenta de la Generalitat y portavoz, Susana Camarero, es la constatación de que la delegada del Gobierno y varios medios de comunicación habían mentido cuando se dijo que se había esperado al presidente para enviar la alarma. Con esta afirmación se señalaba a Mazón como el culpable de que la alarma se enviase con retraso.

Como ya se ha señalado, la jueza señala la tardanza en mandar esta alerta como la causa de la gran mayoría de víctimas mortales, tal y como indica la primera parte del sumario que se comenzó a conocer el pasado miércoles. También se pone el acento en la redacción del mismo, pues en el mensaje no pidió a la población que subiese a las plantas superiores de sus viviendas.

La importancia que se da sobre este asunto para la defensa judicial del presidente es tal que, tras pedir incluso a RTVE que rectificase la información emitida en la que se asegura que Mazón estaba presente en el Cecopi cuando se envió la alerta, se ha hecho pública la imagen de las cámaras de seguridad que grabaron su entrada y en la que figura la hora.

«Que dimitan los que están mintiendo», ha dicho Mazón, tras ser preguntado por esta cuestión y momentos antes de presidir un acto de su agenda en el que tuvo que volver a enfrentarse a las protestas de los asistentes.

«Quién tiene que dimitir son los que no avisaron de la crecida mortal del barranco del Poyo o los que están mintiendo permanentemente sobre mi paradero esa tarde».

La ex consejera rompe su silencio

Su versión se vio reforzada por la ex consejera de Justicia, Salomé Pradas, que rompió su silencio para confirmar esta versión. Su testimonio requiere un valor fundamental, pues ya se ha señalado a Pradas como la responsable de dar la orden de enviar la alerta. «No esperamos a nadie».

Pradas insistió en que ella puede decir dónde estuvo en cada momento de ese día y aseguró que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no le avisó de que se estaba inundando la zona del río Magro.

«Solo quiero que se sepa la verdad. No mi verdad, sino la verdad. Eso sería una gran satisfacción, sobre todo pensando en las víctimas», y señaló de nuevo a Bernabé, pues ella es la responsable de codirigir el Cecopi.