Los oftalmólogos defienden su lugar en la Sanidad

Un óptico optometrista, según la ley, puede detectar los defectos de refracción ocular (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia) mediante la graduación de la vista. También están autorizados para adaptar, comprobar y controlar las gafas o lentes, así como indicar cuáles son los hábitos que se deben seguir para una correcta higiene visual.

Sin embargo, «no tienen la capacitación legal para identificar o diagnosticar trastornos oculares que produzcan efectos perjudiciales sobre el ojo y la visión». Este es el principal argumento con el que la Sociedad Oftalmológica de la Comunitat Valenciana (SOCV) rechaza la aplicación de la Proposición No de Ley que Les Corts Valencianes ha aprobado en los últimos meses de esta legislatura que está a punto de concluir.

En esta reivindicación, la SOCV no solo ha encontrado el respaldo de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), sino también el de casi una veintena de organismos, entre ellos, los colegios de médicos de Alicante y Valencia, por poner un ejemplo.

«Manifestamos nuestro más absoluto rechazo con el procedimiento utilizado para el desarrollo y elaboración de la citada PNL por haberse prescindido de la opinión de los representantes autonómicos y nacionales de los médicos oftalmólogos y que podrían haber aportado su experiencia para desarrollar una propuesta que verdaderamente contribuyese a mejora la organización de los recursos sanitarios y la calidad asistencial».

Su propuesta se basa en incorporar ópticos a la atención especializada siempre bajo la supervisión de los médicos oftalmólogos, «y no dentro de la atención primara de manera independientes».

Insisten en que los ópticos no pueden detectar enfermedades oculares, y «de ninguna manera sistémicas», porque para ello es «necesario tener una formación, una capacitación y una experiencia».

Listas de espera

Según los datos de la Conselleria de Sanidad pública en su página web. En la Comunitat Valenciana había en enero de 2023 un total de 16.547 personas en lista de espera para la especialidad de Oftalmolgía. El tiempo medio de espera es de 66 días y 1.610 lleva más de 180 en cola.

La SOCV niega con rotundidad que la propuesta del Parlamento valenciano vaya a reducir las listas de espera. «Justamente lo contrario, provocando demoras y retrasos diagnósticos, al ponerse la salud de los ciudadanos en manos de profesionales no cualificados ni acreditados para la detección de enfermedades oculares, salvo para los defectos de refracción».

Apuntan también que los órganos de visión no se encuentran aislados en el cuerpo humano. «Forman parte del sistema nervioso central y se interrelacionan con todos los demás, aparatos y sistemas». Para sustentar esta afirmación ponen un ejemplo muy claro. «Los ojos no ven, ni huele la nariz, ni oyen los oídos: lo hace el cerebro y, tales desajustes, deben corregirse desde la medicina y por un médico, el cual ordenará el tratamiento más adecuado».

Advierten además de que no podrán graduar correctamente a los niños, un segmento poblacional de alta prevalencia en las consultas de atención primaria pediátrica.

Indican que para para ello es necesaria la dilatación pupilar, así como «parálisis de la acomodación mediante la instalación pautada de colirios farmacológicos que pueden, en algunos casos, provocar graves efectos secundarios». Desde la SOCV recuerdan que los ópticos- optometristas no pueden tocar o manipular la superficie ocular y, por tanto, no pueden tomar la tensión ocular con un tonómetro de contacto.