Coronavirus

Las puertas de la Villa Borghese en Roma, ya están abiertas. Fase 2

El arranque de la Fase 2

Así se está viviendo el primer día post-confinamiento, en uno de los parques favoritos de los italianos, la Villa Borghese.

Parece como salir de un sueño, de algo que ha pasado en nuestras mentes, algo irreal. La realidad ha superado la ficción de largo. Ver abiertas las puertas del parque, era algo muy deseado.

El respiro que se sintió ayer por la tarde al escuchar el parte diario de la Protezione Civile de Italia, sobre los positivos, curados y fallecidos del COVID-19, con una baja considerable de fallecidos, se ha notado en el semblante de los que hoy, en una mañana espléndida , han salido a dar su primer paseo después de sesenta días encerrados en sus casas.

En horas de trabajo, y antes del confinamiento, era habitual ver a grupos de amigas pasear en la Villa Borghese, con o sin perros. Es una cita habitual que suele empezar a las 9.30 am y terminar a las 11.30. En Italia se almuerza de las 12.30 en adelante. Al terminar el paseo se marchan a sus casas a preparar la comida y suelen volver a pasear en el parque por la tarde. Hoy este grupo de amigas no apareció, al menos en sus horas habituales.

Dos meses han estado cerradas las rejas del parque, han sido muchos días que los vecinos de la zona han paseado rodeando su parque favorito, sin hablar y con semblante triste. Algunos auparon a sus perros a entrar ellos solos al parque, saltando la verja, pero el gusto les duraba poco, las patrullas de la policía no tardaban en llegar y pedirles que los sacaran. La vigilancia por tierra y aire ha sido constante en Roma. Helicópteros sobrevolando la ciudad, coches camuflados, policías a caballo, policías motorizados. Es un control absoluto. En sí, durante estos días, en las calles colindantes al parque, solo se han escuchado el trino de los pájaros que habitan este pulmón romano, que parecían quejarse por la falta de las migas de pan de los visitantes y el motor de las patrullas que iban y venían por la Vía Pinciana.

Hoy poco a poco se va volviendo a la normalidad. Una de las cafeterías más concurridas del parque, no ha abierto sus puertas, pero otra, la del paseo principal, sí que lo ha hecho. Atiende a los clientes desde dentro y lleva hasta la puerta el cornetto o el deseado capuccino. Hoy, más que nunca, tomarse un café de cafetería, ha sabido a gloria.

Desde la terraza del Pincio en el parque, se puede apreciar claramente el ambiente que hay en uno de los puntos más concurridos de Roma, la Plaza del Popolo y al fondo, una de las vías comerciales más visitadas camino al Vaticano, la Via Cola di Rienzo. Hoy se pudieron apreciar a esta hora de la mañana, muy pocos coches y pocos peatones. Hasta alli se acercaron dos amigas que comentaban cómo habían vivido estos meses de confinamiento. Una de ellas, habló para La Razón " Me siento un poco como todos después de dos meses de estar en casa y hoy, es el primer dia que salimos y poco a poco estamos buscando la manera de recuperar nuestra vida, como antes". Sobre cómo ha vivido estos dos meses la comentado “Pues mire, al final, después de tanto, me pesaba el hecho que no podía salir a la calle, pero estar en casa con mis hijos, en resumen, organizar la casa, preparar la comida y hacer ¡tantas tartas! y bueno, el hecho de no poder ver a los amigos, salir a tomar un café, la charla, esto si me ha hecho falta muchisimo, el resto, al final, esta es la situación, esperemos que todo vaya bien”

Algunos trabajos de jardinería están volviendo a realizarse en el parque, en algunas zonas ha crecido tanto la hierba que da la impresión de estar en pleno campo y no en el centro de Roma.

Poco a poco, Roma, la ciudad eterna irá abriendo las puertas para iniciar esta nueva era.