Hallados restos del infante don Pedro en la Catedral de Segovia
Encontrados en la capilla de Santa Catalina, los restos óseos evidencian que el hijo del rey Enrique II de Castilla murió cuando era un niño muy pequeño y no a los 12 años, como se creía hasta ahora
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Unos restos óseos y ropa hallados con motivo de la restauración de la capilla de Santa Catalina, en la Catedral de Segovia, ponen de manifiesto que el infante don Pedro, hijo del rey Enrique II de Castilla, murió a una edad inferior de la que se pensaba. Según ha informado este miércoles el Cabildo, el tamaño de las telas y huesos del infante ponen de relieve que debía de ser un niño muy pequeño, cuando la edad que se la había atribuido en diversos textos era en torno a 10 o 12 años, lo que ahora queda descartado. El 22 de julio del 1366, el hijo de Enrique II murió tras precipitarse al vacío desde una de las ventana del Alcázar de Segovia mientras que se lanzó detrás el ama de cría que estaba a su cuidado, según la leyenda, que también murió.
El cofre con los restos del infante fueron trasladados desde la antigua catedral, situada frente al Alcázar, que quedó dañada tras la Guerra de las Comunidades (1520-1522), hasta la actual, el 25 de agosto de 1558, siendo sepultados en la capilla de Santa Catalina. Unas obras de restauración del sepulcro y de la capilla que lleva a cabo el cabildo han dejado al descubierto el cofre, que se ha abierto 461 años después.
Fuentes del Cabildo han informado de que la apertura del sepulcro del infante don Pedro, ha supuesto dar un giro en la historia de este niño, muy popular en Segovia y entre las personas que visitan la ciudad. Seguramente, debido a que la efigie del niño yacente que se esculpe sobre la tapa del sepulcro representa visualmente a un infante en torno a los 12 años, se ha mantenido que esta edad era la que tenía en el momento de su muerte.
Sin embargo, los restos descubiertos, en una primera aproximación, apuntan a que se tratara más bien de un niño de menor edad. Dentro del cofre, forrado de terciopelo, se han descubierto, enrollados de forma individual, una blusa presumiblemente de seda con botones de tela, un faldón de mayor tamaño y un cinturón de tela del mismo color, que hecha un rulo, guardaba tres huesos aún por identificar la parte del cuerpo a la que pertenecen. El Cabildo ha confirmado que se puede asegurar que este hallazgo corresponde a la figura histórica del infante don Pedro.
Una antropóloga analizará los restos biológicos hallados, para tratar de obtener el máximo de datos posibles sobre el hijo de Enrique II, como la edad exacta de defunción y patologías que pudiera tener, entre otros aspectos. Las telas encontradas serán trasladas al Centro de Restauración de la Junta de Castilla y León en Simancas para su restauración. Una vez restauradas, el cabildo quiere que estas vestiduras se expongan junto al sepulcro y formen parte de la nueva musealización de esta sala de exposiciones que se espera reabrir antes de la Semana Santa del próximo año como espacio para mostrar la rica orfebrería que atesora la Catedral.
- EFE