Una ventana hacia la mente de Carlos Castán
Publica “Cuentos” (Páginas de espuma), libro donde tres libros del autor se reúnen para dar visibilidad a su evolución en el género y en la escritura
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Las palabras son los instrumentos que utiliza para cautivar a través de historias. Relatos que nacen de su experiencia, para entremezclarse con la realidad y para dejarse salpicar por la arbitrariedad de la ficción. Los cuentos de Carlos Castán no solo son historietas de corto tamaño, sino que son el motivo y objetivo de un proceso apasionante en que se basa la literatura.
Para el autor, de origen altoaragonés y nacido en Barcelona en 1960, el lenguaje consiste en buscar imágenes. Por ello, sus temas siempre son significativos. “Ahí está el oficio, en la selección de las palabras que se van a transformar en imágenes mentales, para mezclarse en la mente del lector con aquellos contenidos que ya estaban en él. De ahí, conseguir ese trasvase de la mente del escritor a la del lector”, explica Castán.
Estos matices, unidos al ritmo y a la textura de su escritura, se reúnen ahora en “Cuentos” (Páginas de espuma), un libro que recupera y reúne tres libros de 46 cuentos en total que están llamados a ser clásicos de la literatura contemporánea. De esta manera, “Frío de vivir”, “Museo de soledad” y “Solo de lo perdido” se condensan en unas páginas con las que Castán pretende hacer alarde “de la necesidad de contar, de decir y de permanecer callado”.
Respecto a su característico género, el autor explica que “el cuento se presta mucho a mi manera de escribir, por la cuestión del lenguaje y de la intensidad. Me interesa en él la noción del límite, cómo en un espacio tan pequeño debe contarse algo tan significativo. Que produzca una explosión, un eco, unas resonancias y abra de par en par una ventana hacia algo más grande”.
Así, en “Cuentos” el lector podrá encontrar una ventana abierta hacia un doble paisaje: el de la mente del reconocido autor -"Es el mejor narrador que tenemos en España", según Lorenzo Silva-, y el de la interesante variedad de sus historias. Desde la naturaleza de los Pirineos en su más pura esencia hasta el ambiente urbano, pasando por la soledad de los débiles y el bullicio de los años 80, las historias de Castán están repletas de “porciones de realidad, sean basadas en una experiencia verdadera o no”, explica.
Un volumen, por tanto, especial desde su prólogo hasta el final, pues permite ver la evolución del escritor a lo largo de su carrera y hasta hoy. “Tengo la sensación de haber llegado a casa con este libro, pero también es un punto de partida para dejar lo ya dicho al lector y continuar escribiendo, seguramente más cuentos y otras historias”, confiesa.