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Una estadounidense devuelve una reliquia que robó en Roma con una carta de disculpa

El Museo Romano Nacional ha recibido el paquete con el que Jess devuelve una pieza de mármol junto con una petición de perdón “por ser una americana tan estúpida”
larazon

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“Me siento terrible, no solo por robar este artículo del lugar que le corresponde, sino por poner algo escrito en él. Fue un gran error de mi parte y solo ahora, como adulta, me doy cuenta de lo irreflexivo y despreciable que fue”. Así son las arrepentidas palabras de Jess, una estadounidense que, en 2017, cuando estaba de vacaciones en Roma, se llevó como “recuerdo” una reliquia romana de mármol. Ahora, ha decidido devolver la pieza al darse cuenta de que no era “legítimamente mío”.
El Museo Nacional Romano recibió un paquete voluminoso enviado desde el extranjero. Dentro, encontraron un fragmento de mármol antiguo con el mensaje escrito “A Sam, con amor, Jess, Roma 2017″. Acompañando la reliquia estaba la carta de la joven, que buscaba perdón “por ser una americana tan estúpida”. Explica que trató de borrar el mensaje del mármol que escribió con rotulador negro, pero fue en vano.
Según publica Il Messaggero, Stéphane Verger, director del Museo, asegura que el parquete fue enviado desde Atlanta (Georgia). “Por su tono imaginamos que era una mujer joven”, dijo. “En 2017, debió venir a Roma y se llevó este fragmento de mármol para regalárselo a su novio. Me impacto precisamente porque es joven, comprendió que había cometido un error”, añade.
Curiosamente, Jess no es la primera que devuelve una pieza de esta manera. En octubre, una canadiense llamada Nicole envió fragmentos robados hace 15 años de la antigua ciudad de Pompeya, alegando que estaban “malditos”. De hecho, quizá fue este gesto el que animó a Jess a seguir sus pasos.
Nicole envió un paquete nada menos que con dos mosaicos, partes de un ánfora y una pieza de cerámica. Lo recibió un agente de viajes en Pompeya, junto con una carta de confesión. Tenía poco más de 20 años cuando visitó la ciudad italiana en 2005 y explicó que el robo le trajo consecuencias: atribuye a las piezas una serie de desgracias que le habían sucedido desde entonces, como cáncer de mama dos veces o dificultades financieras.
“2020, diezmado por la pandemia, ha hecho reflexionar a la gente, además de conmover la conciencia”, opina Verger. “El caso es que tres años después del robo, lo ha devuelto, es un gesto simbólico muy importante”, valora, y apunta que “la carta (de Jess) fue bastante conmovedora”.

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