Camilo: “No le puedo cantar a una mujer que no es la mía”
El colombiano, precedido por su talento en colaboraciones con otros artistas, publica su primer largo, «Por primera vez»
Creada:
Última actualización:
En los últimos años, todos hablaban de él. Dani Martín cayó enamorado a sus pies; Pablo Alborán solo decía maravillas de un tal Camilo. Su nombre aparecía vinculado como compositor de algunos de los mayores éxitos internacionales como «Sin Pijama» y, de repente, ese nombre aparecía en colaboraciones con todas las estrellas latinas del momento. No sabíamos por qué hasta que Camilo llega a España para presentar su disco de debut «Por primera vez» (Sony) y se mete en el bolsillo a medio país con sus apariciones en televisión. «Bueno, no sé si tanto, pero creo que es gracias a la honestidad y a la transparencia, a no querer impresionar a nadie, sino compartir historias que son reflejo de mi realidad. Y seguramente si pones verdad la gente se identifica». En su nuevo disco, tanto en las letras como en la producción, prevalece la canción sencilla, sin grandes producciones. «Lo que diferencia el pan artesano del industrial es que son pocos ingredientes y que se trata todo desde el respeto. Y no se agregan cosas que hacen falta. Así quiero sonar yo», dice.
Infancia con Paco de Lucía
Y así, a veces, cuando uno no busca el éxito, lo consigue. «Mientras más trataba de impresionar a la gente, menos lo lograba. Y empecé a hacer lo mío. Y la ruta al éxito fue no agarrar la ruta al éxito», ríe el colombiano. Antes de publicar su material, hizo un master con otros artistas. «Así fue como me convertí en una esponja que trata de nutrirse y aprender de otros, pero mi entrega era total hacia ellos. Sin embargo, después las ideas que me nacían era demasiado mías, muy personales, y no me sentía cómodo haciendo protagonistas de ella a otras personas. Y así fue», dice el artista, que define su exploración como algo «no propuesto, sino fruto de desaprender». «Traté de llegar al centro. A uno le dicen que tiene que ser original y trata de buscar esa manera de serlo por caminos extraños. Pero eso son colgandejos. La propia palabra ya lo dice. Originalidad viene de origen. Si buscas en la distancia, acabarás por regresar, como decía mi padre».
En su educación musical hay mucho de la tradición de Colombia, desde lo más purista de las diversas regiones de su país, hasta sonidos de este lado del Charco. «Los primeros recuerdos que tengo de mi vida es la guitarra de Paco de Lucía tocando ’'El concierto de Aranjuez’' o ’'Entre dos aguas’'. Y, por supuesto, Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui, la música andina... todo eso es mi raíz», explica. «Me sucede también con las letras. A veces las escribo y, si no me vibran, las abandono. El primer ejercicio es desde quien sí soy, de ser un reflejo sin disfraces. Por eso no puedo hablar de amor e imaginarme un amor que no es el mío. No me siento cómodo hablándole a una mujer imaginaria que no sea la mía y diciéndole cosas que nunca le diría yo a la mía. Ni soñar o tenerle miedo a cosas que no siento», explica el colombiano. Y una pregunta: ¿cómo se hace para que a uno le quiera todo el mundo? «(Ríe) Ay, qué se yo... Cuando uno más trata de agradar es cuando menos lo logra. Ahora me siento yo mismo y creo que genero una impresión agradable, no sé. A mí lo que más me molesta de la gente es cuando llegan fingiendo y diciendo cosas que no son. El agua tibia me molesta. Y no quiero ser así, soy muy frontal. Ojalá sea eso lo que le gusta a mis amigos».