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Tahar Rahim y Jodie Foster protagonizan "The Mauritanian"

Jodie Foster: “En la era Guantánamo tomamos decisiones guiados por el miedo”

La actriz encarna a la abogada del preso Mohamedou Ould Slahi en “The Mauritanian”, papel por el que obtuvo el Globo de Oro

La historia del gobierno de Estados Unidos, pese a haber obtenido durante muchos años un revestimiento internacional de potencia garante del Estado de derecho, sigue acumulando episodios de complejidad considerable que desmitifican esa vitola de libertad sin fisuras y territorio ejemplarizante. Uno de los episodios más palmarios lo constituye sin duda la prisión militar de Guantánamo, lugar especialmente mediático y polémico tras la filtración de 759 informes secretos que llevó a cabo Julian Assange, fundador del portal WikiLeaks en el año 2011. Calificado por el periodista australiano como “el símbolo del abuso sistemático de los derechos humanos”, Guantánamo se convirtió en el basurero de América y quedó señalado como un lugar hostil integrado por unos detenidos que en muchas ocasiones eran inocentes o de baja peligrosidad y cuyos funcionarios demostraron códigos de conducta irregulares y completamente arbitrarios.

Jodie Foster como la abogada Nancy Hollander en "The Mauritanian"
Jodie Foster como la abogada Nancy Hollander en "The Mauritanian"ImdbImdb

Casos como los de Sami al-Hajj, un camarógrafo de la cadena árabe Al Jazeera que estuvo preso allí durante seis años o Abdul Badr Mannan, un escritor anti-extremista que le dijo a los funcionarios estadounidenses que los servicios secretos paquistaníes le habían tendido una trampa, pusieron de manifiesto la corruptela existente y propiciaron la manifestación de otros testimonios como los de Mohamedou Ould Slahi, autor de las memorias “Diario de Guantánamo” y figura clave e inspiradora de la película “The Mauritanian”, dirigida por Kevin Macdonald. “Cuando leímos el libro nos sorprendió el ingenio, la poesía y la sabiduría de la escritura de Mohamedou y nos conmovió su historia, y sentimos la humanidad innata de Mohamedou y el impulso de ver que lo que todos tenemos en común es más grande que lo que nos divide”, confiesan los productores de la cinta. Con la esperanza desdibujada y después de haber sido detenido y encarcelado sin cargos por el gobierno de Estados Unidos durante una década sin juicio mediante, Slahi encuentra en la abogada defensora Nancy Hollander (a quien da vida una descomunal Jodie Foster) y su asociada Teri Duncan (Shailene Woodley) un resquicio de luz y justicia.

Un miedo impulsivo

El nombre de Jodie Foster resonó como una de las grandes ausencias en las candidaturas de los Oscar de este año, pese a conseguir recientemente un Globo de Oro como mejor actriz de reparto por su interpretación en la cinta. La actriz subraya para una entrevista concedida a la productora de la película STX FILMS la importancia del contexto histórico de la cinta: “Queríamos hacerlo bien. Queríamos ser justos con todos los involucrados, porque... Creo firmemente que las historias auténticas son aquellas que no tienen malos, sino personas que se cruzan e intentan hacerlo lo mejor posible, pero se dejan llevar por el miedo”, reconoce. Y añade: “Si hay una lección en esta historia es que ese impulso, ese miedo impulsivo, es muy fuerte y, por desgracia, en la era de Guantánamo, en la era del 11S, se apoderó de todos los estadounidenses. Tomamos decisiones a nivel de política internacional guiados por el miedo, en lugar de respetar las leyes y normas que conocíamos y apreciábamos”.

La actriz recalca el cúmulo de sentimientos contradictorios que supone dar vida a un personaje real, alejado de la ficcionalidad que llevan aparejados en otras ocasiones: “Es una persona con mucha determinación que puede ser muy dura, ir al grano y ser un poco brutal en sus análisis, pero, al mismo tiempo, es afectuosa, y resulta evidente que, después de pasar tantísimo tiempo con Mohamedou, defendiendo su caso e invirtiendo años sentada con él en una celda mientras hacía ejercicio o veía la tele, acabó cogiéndole cariño. Cuando los ves juntos, como yo esta semana en el rodaje, sientes que hay una relación especial entre Mohamedou y Nancy. Hablamos de una mujer más mayor con un fuerte instinto maternal por él. Ves cómo les brillan los ojos. A los dos, los dos se quieren mucho”. También advierte en la historia personal de Mohamedou un componente heroico y asegura que su relato “tiene mucho que enseñarnos. Sobre humildad. Sobre humanidad. Pero también sobre el perdón y sobre el alma humana”.

Tahar Rahim da vida al preso Mohamedou Ould Slahi
Tahar Rahim da vida al preso Mohamedou Ould SlahiImdbImdb

Al fin y al cabo, “ha vivido una vida que no podemos ni imaginar y sobrevivido a un nivel de crueldad inimaginable para nosotros. Lo sacaron a rastras de su hogar, lo secuestraron, lo trasladaron de una cárcel a otra, sufrió torturas... Creyó que nunca saldría de allí. Pero, aun así, ama el mundo y ama la vida. No le ha quedado más remedio que comprender... a sus captores. Cierto. Creo que allí... Él dice que se convirtió en escritor. El camino se abrió ante él. Esa experiencia atroz, en cierto modo, le reveló quién era en realidad. Es escritor, cosa que quizás antes no sabía. Supongo que pensaba que era técnico informático. Y ahí está, ha acabado siendo escritor. Además, no solo ha escrito sobre su experiencia, sino también poesía, y nos ha mostrado también una especie de recorrido psicológico”. Y es que si una cosa deja clara “The Mauritanian”, tal y como apostilla Foster, “es que la democracia y el Estado de derecho es lo más importante que tenemos y lo que define nuestra humanidad”.