Albert Camus y su Argelia
Albert Camus escribió sus grandes novelas en Argel, sus inmortales «La Peste» y «El extranjero» viven cada rincón de la capital de Argelia. Como Salvador de Madariaga y su tercera España Camus vivió el drama de quienes querían una Argelia francesa a sangre y fuego y de quienes deseaban una tercera vía en que franceses y argelinos se entendieran y convivieran en armonía. Tanto Don Salvador como Monsieur Albert vieron frustrados sus sueños y se cumplió el verso profético y terrible de Antonio Machado “españolito que vienes al mundo...una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Camus fue un escritor que se opuso al imperio cultural de la Francia de Sartre y de Simone su compañera vital e intelectual que predicaba un marxismo existencial y que cerraban los ojos ante las tremendas purgas del estalinismo y la crueldad épica del maoismo. Camus desde su adorada Argelia que consideraba su tierra describía en “L’homme revolte” al ciudadano libre y dueño de su propia conciencia por encima de las banderas y de los fanatismos de fascismos y comunismo. En cierto sentido coincidía con el Ubermensch de Nietsche mal traducido por Superhombre por la retórica totalitaria, cuando expresa mejor el hombre superado, que transciende a los dogmas y se rebela en aras de la libertad. En la ciudad turística por excelencia de Argelia Tipasa y en sus fabulosas ruinas romanas se recreaba Albert en este paisaje que en lontananza percibía la España de su madre, la síntesis del Mediterráneo glorificado a nivel de folletín por Vicente Blasco Ibañez el gran juglar valenciano. Hoy incluso hay un restaurante en el puerto pesquero de Tipasa que lleva el nombre de Camus y como plato estrella ofrece la paella!. Para el viajero que visita el Museo de Tipasa le emocionará fundirse en la latinidad contemplando una lápida del tiempo del emperador romano Augusto que reza Pax y Concordia los mismos ideales por los que pugno sin suerte momentánea Albert Camus, pero que las generaciones presentes y futuras le reconocen.