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Aquel oscuro País Vasco de los 60

Aquel oscuro País Vasco de los 60
Aquel oscuro País Vasco de los 60larazon

Eneko Sagradoy, reciente ganador del Goya al actor revelación, celebra el premio estrenando una nueva película que, además, se desarrolla en su Durango natal

Del miedo a hablar de ETA hemos pasado a buscar, públicamente, explicaciones a lo que pasó. Porque se ha salido del pozo, pero es inevitable mirar lo que queda en el fondo. Quizá con más intención de la que aparenta, la película «Cuando dejes de quererme», dirigida por Igor Legarreta, da pistas sobre los orígenes de la banda terrorista. Aunque solo sea una pincelada, es la primera que se pinta en todo el cuadro, la raíz de una trama que protagonizan Miki Esparbé y los argentinos Eduardo Blanco y Flor Torrente. Éstos viven en el tiempo presente. Sin embargo, durante el filme aparece un fantasma del pasado que, de repente, se hace visible tras muchos años desaparecido, o eso se pensaba. El papel, trascendental en la historia pero secundario en la pantalla, lo ocupa Eneko Sagardoy, quien acaba de recibir el Goya a mejor actor revelación por «Handia».

Tiempos convulsos

Y justo cuando ha alcanzado la cima de su carrera, los caprichos del destino le han invitado a no olvidarse de sus raíces, ese consejo tan de padres. El filme, además, se desarrolla –y se rodó– en Durango, su localidad natal. «Ha sido una experiencia muy bonita. No sabía dónde íbamos a grabar cuando hice el casting», comenta Sagardoy. Su personaje transita por los años 60, una época convulsa en España, pero especialmente en mitad del País Vasco.

Una vez pasado el temporal, la región ha revivido y ganado visibilidad en todo el mundo con el cine como canal gracias al éxito de «Handia», «Loreak» y el más que probable triunfo de «Errementari», protagonizada por Sagardoy y que se estrenará el 2 de marzo. El actor asegura que «todo esto es el resultado del gran trabajo de los cineastas vascos, que han hecho películas en euskera pero tratando conflictos básicos, universales, que también se entiendan lejos de nuestras fronteras».

Sagardoy está acostumbrado a rodar en ese idoma, pero para él, «el cine es un lenguaje es más poderoso que cualquier otro. ''Handia'' o ''Verano 1993'' han tenido éxito porque están bien hechas, no por el idioma».». Eso sí, añade que las películas que se graban en lenguas regionales son «un valor añadido porque reflejan gran parte de la cultura que se quiere transmitir». El Goya, seguramente, hará que Sagardoy tenga que salir más a menudo del País Vasco por trabajo: «Me siento afortunado y seguro porque ahora me tienen más presente». No solo la industria del cine, también su gente: «El otro día iba por Bilbao y la gente se paraba a felicitarme», concluye aún sorprendido.