Benicio del Toro vuelve a Cannes con la historia de «un ser humano»
Benicio del Toro es "Jimmy P."un indio americano en el que prueban una mezcla de psicoanálisis y antropología. Una historia real que compite en Cannes y en la que el actor abordó su personaje como el "acercamiento de un ser humano a otro ser humano", sin distinción de razas.
Del Toro explicó en rueda de prensa que "la historia de los indios americanos es una gran historia aún no resuelta y eso es fundamental para entender el personaje", James Picard, un veterano de la Segunda Guerra Mundial que es tratado con técnicas muy novedosas en el Estados Unidos de los años cincuenta.
Una historia que ha trasladado a la gran pantalla el francés Arnaud Desplechin en "Jimmy P.", que ha sido fríamente recibida en Cannes, donde sus largos diálogos y la omnipresencia del psicoanálisis no han convencido a la prensa en su primer pase oficial.
Larga, lenta por momentos y con una ambientación demasiado teatral, "Jimmy P."cuenta con una pareja protagonista formada por Del Toro y Mathieu Amalric, como el antropólogo Georges Devereux, que acaparan casi todo el metraje de una película rodada de forma intimista y centrada básicamente en los diálogos entre ellos.
"Podemos verlo como un filme sobre el psicoanálisis o como un filme sobre la amistad", explicó Desplechin, que quiso rodar una historia de estructura sencilla para mostrar ese proceso en el que dos personas tan diferentes se hacen amigas.
Fue precisamente ese diálogo entre los dos hombres lo que fascinó a Desplechin del libro de Devereux. "A través de ese diálogo nos sumergimos en sus almas", precisó el realizador, para quien la potencia dramática de esas conversaciones fue la razón que le llevó a hacer la película.
Un filme que supone el regreso a Cannes del actor puertorriqueño cinco años después de ganar el premio de interpretación masculina del Festival con "Che", de Steven Soderbergh.
El origen de Jimmy es importante en una historia que a Del Toro le pareció "tan original"y con un guión "fabuloso", que le convencieron inmediatamente para trabajar en el proyecto, además de por la pasión con la que Desplechin hablaba de su trabajo.
"Lo más importante para crear el personaje fue el acercamiento a él, de un ser humano a otro ser humano. Hablé mucho con Arnaud de las películas sobre indios, trabajé mucho mi acento para encontrar uno que encajara. Es así como me gusta abordar los diferentes personajes", explicó un sonriente Del Toro.
Y para conocer a ese personaje disponía del libro de Devereux en el que se basa la película y que le permitió tener más información sobre él y conseguir llevar a la película los aspectos emocionales que el antropólogo introducía en su libro.
Un personaje interpretado por Amalric al que Del Toro conoció precisamente en Cannes y con el que hay una buena química en la pantalla, algo que "está o no está"y en lo que no se puede trabajar, en opinión del protagonista de "Traffic".
Por su parte, Amalric alabó la inteligencia, la fineza y la intuición inmediata de Benicio, lo que hizo que fueran cómplices "de forma inmediata, antes incluso de la primera toma".
Y demostró la química existente entre los dos al bromear sobre la posibilidad de conseguir un premio en Cannes.
"Benicio estaba en el jurado (de Cannes) cuando me dieron el premio a la mejor dirección por 'Tournée' (2010), es una pena que no sea parte del jurado en esta edición".
A lo que su compañero de reparto contestó lacónicamente: "Muéstrame algo de dinero".
Bromas entre ellos y con otros miembros del equipo, como Misty Upham, una actriz india americana que en el filme interpreta a una novia de Jimmy -"no es difícil enamorarse de Benicio", dijo entre risas-, y para quien la película fue muy importante en el plano personal.
"Soy una 'piesnegros' y desciendo de nuestro último jefe. Crecí en una reserva y allí era imposible tener sueños y me fui para poder tenerlos. 18 años después de abandonar la reserva he trabajado con Benicio, es la cuadratura del círculo".
Durante el rodaje regresó a esa reserva. "Fue emocionante y magnífico", dijo la actriz, que lamentó el hecho de que a la gente le sea difícil entender que los indios crean en los fantasmas o en que sean tan espirituales.
"Son cosas verdaderas para nosotros", tanto como ser la primera india americana, junto a otra compañera de reparto, en participar en filme elegido para competir en la sección oficial de Cannes.
Un filme realizado en condiciones difíciles y con un presupuesto reducido, que se rodó casi siempre en las localizaciones originales en las que se desarrollaron los hechos y que se desarrolló muy rápidamente, con una ó dos tomas de cada escena únicamente.