Festival de Málaga, sin polémicas

La película producida por J.A. Bayona, uno de los homenajeados del festival de Málaga, «I hate New York», de Gustavo Sánchez, a la que ha dedicado diez años, es en inglés y un documental, y, además, ocupó proyección en la sección oficial y ha levantado polémica, así lo dice el programa diario para la Prensa, que cuesta bastante conseguir, por cierto. Pero nada de eso. De las dos películas a concurso comenzamos por la mexicana «Violeta al fin», de Hilda Hidalgo, para el lucimiento de la

protagonista, Eugenia Chávarri, una anciana que habita una mansión enorme con un jardín que parece una selva, cuyos hijos quieren venderla para que se traslade a vivir con ellos. La señora no hace otra cosa que repetir «mi casa», como hacía el extraterrestre E.T. en la película homónima de Spielberg. Una cinta mona, en ocasiones entrañable, con aspecto de telefilme que en la pequeña pantalla puede ser proyectada en horario infantil.

La otra es española se llama «Formentera Lady» y marca del debut en el largometraje del actor alcoyano Pau Durá y tiene a un Pepe Sacristán absolutamente magnífico. La historia nos habla de un antiguo hippie, Sacristán, que se quedó en esa isla tocando el banjo. Aparece su hija, interpretada por Nora Navas, ganadora de un Goya por «Pan negro», quien deja a su cuidado al pequeño nieto, Sandro Ballesteros, con lo que se convierte en película con niño y mucha música para que no se olviden los orígenes musicales del abuelo.