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Hugo Silva: «Me encanta el espíritu canalla que tiene el Museo Chicote»

larazon

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Enlaza proyectos y está muy ilusionado con «Supercool», corto que ha dirigido y estrenará en otoño.
Acostumbrado a verle en la gran pantalla, impresiona tenerle cara a cara. Hugo Silva se mueve entre las mayores estrellas del panorama nacional, pero también, como cualquier mortal, disfruta andando por los recovecos de Madrid, así como de una buena conversación, acompañada, eso sí, de una cerveza. Es un apasionado de su profesión, pero en otra vida, admite, estaría pegado a una guitarra y tendría un grupo de rock.
–Toda una vida delante de una cámara, ¿se ha planteado estar detrás, dirigir?
–Sí, de hecho estoy montando «Supercool», que es mi niño pequeño, mi corto, y que saldrá a la luz después de verano, cuando logremos terminar de montarlo. Llevo ya mucho tiempo dedicándome a esto y ya no me imagino mi vida en otra cosa, estoy totalmente enamorado de mi trabajo y cada día aprendo más y cada día me ilusiona más. Es mi día a día, ya forma parte de mí. Ya sea delante o detrás, espero estar siempre vinculado a este trabajo, a la ficción sobre todo, a la entre comillas maravillosa mentira del cine, con el que he tenido un enamoramiento desde niño.
–Ha hecho cine, teatro y televisión. ¿Qué destacaría de cada ámbito?
–Creo que cada cosa tiene su peculiaridad y sobre todo en positivo. La televisión tiene el ritmo, un estar ahí, rapidez, lo que te da mucha inmediatez. El cine es un trabajo, al contrario, más cuidado. Normalmente se trabaja con una sola cámara, plano a plano, es casi como una pintura. El teatro, para el actor, es el momento más bonito a nivel personal; sientes la reacción del público en directo porque te aporta cosas que el cine y la televisión no puede. Si te subes en una mesa, como si fuera un caballo, la gente va a jugar contigo y se va a creer que es un caballo, eso es lo maravilloso del teatro. La imaginación lo es todo, no tiene límites, es la herramienta más potente.
–Ahora es un soldado en «Los nuestros». ¿Cómo fue la experiencia del ejército?
–Ha sido muy muy intensa. Hemos trabajado en localizaciones reales, complicadas. Ha sido una experiencia el proceso de ensayo y de búsquedas, porque el Ejército ha estado muy a favor, nos han sumergido en un trabajo de campo con ellos. Hemos estado en distintos cuarteles, incluso con las Fuerzas Especiales reales; de hecho, tenemos asesores en la serie. Ha sido tan estrecho el vínculo que se ha fraguado que dos de los actores de la serie son dos Boinas Verdes reales, que tras un casting han sido elegidos por nosotros para trabajar como actores en la película.
–Si tuviera que elegir un momento de su carrera, ¿cuál sería?
–El día que me dicen que Pedro Almodóvar quiere trabajar conmigo, quiere verme para su película, la verdad es que me parecía surrealista. Me hablaban de Pedro y no sabía de qué Pedro estábamos hablando, me quedé sin palabras. Me dijeron: «No se lo digas a nadie», y automáticamente llamé a mi madre.
–¿Se ve algún día en Hollywood?
–Sí, ¿por qué no? También en Francia, es un mercado y una industria que me gusta mucho. Bollywood, ¿por qué no? He estado en Colombia, en México, al final si eres un profesional de esto puedes trabajar en cualquier lugar. Es bonito trabajar con otra gente, conocer diferentes culturas, otros países, otras formas de entender el cine.
–Si no fuera actor...
–Sería un electricista con un grupo de rock que hubiera disfrutado mucho con su banda y con su gente, pero a día de hoy no me imagino mi vida sin esta profesión. Hubiera estado pegado a una guitarra, a un bajo o a un micrófono.
–A usted se le tildado de «sex symbol nacional», ¿qué opina?
–Son circunstancias de tu trabajo. Uno ya está muy por encima de todo eso. Eso es lo que pone ahí, pero yo tengo la suerte de tener una familia y unos amigos que me tratan con el mismo cariño y el aprecio de siempre y son los que me agarran a la tierra. La verdad es que tampoco hago demasiado caso de lo que se dice, si no me volvería loco.
–Si quisiéramos encontrarle por Madrid, ¿dónde tendríamos que dirigirnos?
–El Museo Chicote para mí es un sitio emblemático, un sitio donde han pasado las grandes estrellas. Tiene el espíritu de Madrid, ese espíritu canalla, elegante y políticamente incorrecto. El Viajero es otro lugar que me pilla cerca de casa y los camareros son muy amigos míos. Me tratan bastante bien, me quieren muy bien, estoy como en casa. Madrid tiene rincones, sitios y calles con personalidad propia.
–Elija un actor y un director con quienes trabajar.
–Haría un película de piratas con Tarantino, Bardem, Sean Penn y Johnny Depp, pero con éste haciendo un papel de bueno. Se me ocurren muchas cosas, la imaginación es lo que tiene, que es gratis.