Festival de Málaga

José Coronado: «Será imposible rechazar un papel porque la cosa está muy difícil»

La Razón
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«No habrá paz para los malvados», de Enrique Urbizu, lo convirtió en uno de los actores más solicitados del cine español. Sin embargo, la situación de nuestra industria le hace pensar que el año que viene no va a tener trabajo. Ayer presentó uno nuevo, «Hijo de Caín».

–En esta película encarna a un padre de una familia modelo que, sin embargo, parece tener una relación turbia con sus hijos. Después de encarnar a Santos Trinidad parece que se haya especializado en personajes con un lado oscuro.

–Me encantan los personajes complejos y que estén lo más alejados de mi realidad. Siempre son mucho más interesantes. La historia de este padre juega a despistar; la película entera en realidad. Creo que es uno de sus grandes éxitos: el espectador ve que todo es posible, lo que te lleva a concluir que hay que tener cuidado con las apariencias. Es un «thriller» psicológico con suspense de principio a fin. La dificultad estriba en no mostrar si este personaje es bueno o malo.

–¿Puede permitirse ahora rechazar proyectos?

–Soy un actor privilegiado: tengo trabajo, me gusta y, encima, me premian. Sí, llevo un año muy bueno en el que me han ofrecido cosas que he rechazado principalmente por falta de tiempo. No soy de los que se quedan en su casa esperando el super papel para asegurar el éxito. Además, estoy seguro de que el año que viene no habrá posibilidad de rechazar nada porque la cosa se está poniendo muy difícil. Por eso me he movido y he hecho mil colaboraciones con el cine francés y acabo de llegar de trabajar en Argentina. Está pasando lo que en muchísimas profesiones, una fuga de cerebros. También vuelvo a la tele; le tengo mucho cariño. En dos semanas empiezo a rodar una serie, «El príncipe».

–Su hijo en el filme es un adolescente conflictivo. ¿Es la juventud actual más problemática?

–Desde luego. Cada vez está más aislada. Ves que desde niños están enganchados a los teléfonos y no se comunican. Un niño de quince años ahora puede destrozar una familia entera. Antes no pasaba. Los niños se hacían adultos mucho más tarde y a esa edad estaban jugando al fútbol.

–Ha dicho que el cine español le debe mucho a Málaga. ¿Cree que sin embargo muchos directores no han pagado esta deuda con su presencia en el certamen?

–La verdad es que sí. Y espero que reaccionen rápido. Pero el problema a partir de ahora no va a ser éste, sino que en la próxima edición no va a haber nada en el cajón. La situación es muy preocupante.

–Precisamente ayer la Federación de productores dio datos muy alarmantes sobre la caída de espectadores.

–El panorama es desolador. Creo que nuestro sector está abierto a hacer todos los recortes que sean necesarios. De hecho, lo hemos estado haciendo. La gente cobra la mitad de lo que cobraba hace tres o cuatro años. Yo mismo he bajado mi caché. Lo que me enfada es que los políticos enfocan este sector de una forma completamente errónea y destinada al fracaso. Aquí suben el IVA en la cultura a niveles del de un coche de lujo. Lo hacen para ingresar más y van a recaudar la mitad. También está el tema de los incentivos fiscales. Ahora he hecho una película en Rumanía porque tienen el 38 por ciento de exención fiscal. Me da rabia que nos digan que estamos subvencionados cuando casi todo lo está. En nuestro sector, además, creo que el destinatario final es el ciudadano. ¿Por qué dicen que somos ricos? ¿Por qué nos llaman «perroflautas pijos»? ¿Porque nos prestan un esmoquin el día de los Goya?