Sitges arranca con un Guillermo del Toro en forma

Su película, «La forma del agua», se trata de una cinta muy bien rodada y regularmente escrita que cuenta una historia fantástica con un ser extraño, acuático. Todo va a derivar en el amor entre la mujer y el monstruo, claro, que eso lo hizo mucho mejor Jean Cocteau.

En realidad no son 50 años sino 49 de cine fantástico porque el primero fue “Encuentro de Escuelas de Cine”, que terminó de manera no muy elegante. En vista de ese final se creó el festival de cine de terror y todos los fanáticos de este género empezamos a aparecer por este bello entorno.

La primera película que vi en este festival, y llovía a cántaros, fue "Pepping Tom (El fotógrafo del pánico)" con la presencia de su director Michael Powell en el escenario de un cine que en la actualidad no existe. Es el encuentro con mayor número de películas y de secciones; en la oficial a concurso 34 filmes y 8 fuera de concurso. Por otra parte, hay muchas secciones paralelas y un total de nueve jurados.

Todo ha comenzado con la película escrita y dirigida por Guillermo del Toro, "La forma del agua", una cinta muy bien rodada y regularmente escrita que cuenta una historia fantástica con un ser extraño, acuático. Todo va a derivar en el amor entre la mujer y el monstruo, claro, que eso lo hizo mucho mejor Jean Cocteau. Hay personajes fantásticamente desarrollados incluso un malo muy malo, siempre necesario en este tipo de películas, pero el filme resulta un poco pesado y alguna secuencia se antoja tan grotesca que deberían suprimirla.

Un cierto caos de inicio, la película de apertura en el pase de prensa estaba anunciada a las 11:30 horas pero empezó a las 11:55 horas. Pero sobre el papel una vez conocida la programación, el número de asistentes, los medios acreditados constituye el patrimonio de un magnífico festival.