Steve Carell: «En Hollywood debería haber más directores inteligentes»
Junto a Brad Pitt, Ryan Gosling y Christian Bale, es la pata sobre la que se asienta «La gran apuesta», una película basada en personajes reales.
Junto a Brad Pitt, Ryan Gosling y Christian Bale, es la pata sobre la que se asienta «La gran apuesta», una película basada en personajes reales.
Es humilde como pocos en Hollywood y además un excelente actor. No sólo ha demostrado que domina la comedia con filmes como «Virgen a los 40» (2005) y «Como Dios» (2003) o la versión americana de «The Office», sino que también su rango actoral le lleva a interpretar papeles dramáticos a la perfección, como en «Foxcatcher» (2014), donde daba vida al asesino John Eleuthere Dupont y que le valió una nominación a los Oscar al mejor actor el año pasado. Basado en personajes reales, «La gran apuesta» nos transporta a la crisis financiera de 2008. Protagonizada por Carell, Ryan Gosling, Brad Pitt y Christian Bale, el filme se centra en el éxito de cuatro expertos financieros que empiezan a sentir la precariedad del mercado inmobiliario y la posibilidad de una debacle financiera. La cinta está dirigida por Adam McKay, el cual domina a la perfección el relato de esta historia tan compleja financieramente hablando, haciéndola accesible a todos los mortales. La escena de la actriz Margot Robbie desnuda en una bañera bebiendo champán y hablando de las «subprime» ayuda sin duda a esta accesibilidad.
–¿Cómo se ha involucrado en el proyecto?
–La primera vez que hablé con el director sobre el guión no había leído el libro y la verdad es que el tema me sobrepasaba. Recuerdo que el director me comentó que era muy denso y complicado pero que quería que fuera un filme entretenido y accesible a todo el público. Creo que lo ha conseguido. Ya sé que es sólo una película, pero si incita a algún tipo de conversación tras su visionado pienso que es algo positivo. No quiero sonar pretencioso sobre el efecto que puede tener esta película, pero no cabe duda de que sería interesante si hace que la gente se pare a pensar sobre el tema, que reflexione acerca de lo que ha pasado, que sepan cómo se origina todo esto. ¿Va a cambiar algo el haber hecho una película sobre este tema? No tengo la menor idea, pero que incite a la conversación ya me parece algo positivo.
–A pesar de la temática, ¿se ha tratado de hacer, entonces, accesible a todos los públicos?
–Eso es exactamente lo que Adam McKay ha logrado. No cabe duda de que hay una cantidad de información tan específica que algún término no se va a entender, pero lo importante, creo, es que se intenta hacerlo comprensible a la gran mayoría. Yo lo compararía con ver una película en otro idioma y leer los subtítulos. En ocasiones no los miras porque se deduce el significado por el contexto.
–Ha conseguido una nominación al Globo de Oro por este papel. ¿Lo esperaba?
–La verdad es que estoy contento, es un honor, pero no le doy más vueltas. Lo que me importa es haber formado parte de una película interesante y que me ha llenado interpretar.
–¿Hay héroes en esta película?
–Creo que el director no ha pretendido en ningún momento presentar a los personajes como tales. Obviamente estos tipos van a hacer dinero, pero se dieron cuenta de que se estaba creando una burbuja e hicieron algo al respecto para intentar solucionar el problema. Mi personaje en particular se enfrentaba a un dilema moral enorme. Pienso que en el contexto del mundo de las finanzas sí podría tildárseles de héroes, porque querían averiguar qué es lo que estaba pasando en realidad.
–¿Crees que lo que hizo Obama al rescatar a los bancos fue lo apropiado?
–Si te soy sincero, soy un simple actor y meterme en esas profundidades no me corresponde, pero sinceramente creo que si no se hubiera ayudado a los bancos hubiéramos experimentado un Armagedón. No había otra salida.
–¿Cómo ha sido trabajar junto a Ryan Gosling?
–Estupendo. Como actor es capaz de improvisar de una manera asombrosa y en este filme con ese vocabulario tan específico resulta bastante complicado. Lo mejor de él es que lo hace sin que te des cuenta, lo cual es brillante. Tengo unas ganas enormes de poder volver a coincidir con él porque es el mejor.
–El personaje de Ryan en el filme es muy sarcástico. ¿Es así él en la realidad?
–No, para nada. Es muy dulce. Nos conocimos la primera vez cuando hice «Crazy, Stupid, Love». Hablamos durante tres horas y conectamos muy bien.
–Adam McKay se ha dado a conocer por dirigir comedias. ¿Le sorprendió que le ofreciera este papel?
–En absoluto, le conozco desde hace bastante tiempo.
–¿Y a la audiencia?
–Puede que sí. Pero cuando intimas con él te das cuenta de lo extremadamente inteligente que es y de la pasión que tiene. Es bastante más fascinante que yo (risas).
–Hablando de inteligencia, ¿cree que Hollywood carece de directores y ejecutivos de estudios inteligentes?
–¿Quieres que te diga que todo el mundo en Hollywood es un idiota? (risas). Sería una buena cosa tener directores más inteligentes. ¿Si pienso que hacen falta más? He tenido mucha suerte y he trabajado con gente estupenda. Inteligentes y buenas personas, que creo es la combinación perfecta.
–¿Cómo describiría la película a sus amigos? ¿Un filme con comedia sobre la crisis hipotecaria del 2008?
–Mejor, Margie Robbie en una escena en la bañera hablando de las «subprime» (risas). Es un filme entretenido, inteligente, con actores muy buenos como Christian Bale, Brad Pitt y Ryan Gosling.
–¿Cree que ha sido valiente por parte de un estudio hacer una película como ésta?
–Creo que sí porque es un filme que espera mucho de la audiencia y eso no es común en películas de estudio. Lo bueno es que tiene partes muy graciosas y es entretenida. Además, Christian Bale es un actor increíble, de los mejores que hay y su actuación es impecable. Lo mismo sucede con Ryan Gosling.
–¿Espera que tenga éxito en la taquilla?
–Pienso que es una buena cosa que periodistas como tú escriban sobre ella porque no es la típica película que se venda por sí sola. Tiene muchas cosas que entender y hay que prestar atención pero merece la pena. Es de esas películas que cuando sales del cine te alegras de haber visto.