Después de un largo y cálido verano

Sí, lo ha sido, a pesar de los últimos días, y en música han pasado muchas cosas, de las que aquí encontrarán un repaso. En pleno verano se publicó el Código de las Artes Escénicas y la Música, casi como de tapadillo, cuando hay mucho, pero que mucho de lo que hablar. Casi todo en el mundo musical anda revuelto. Axelrod ha sido nombrado director de la Real Orquesta de Sevilla –llena de problemas–, debutando con los consabidos enfrentamientos con Halffter y una actuación vestido de torero para nota. Tebar no solo está en Les Arts, sino que ahora también en el Palau. Ya veremos la compatibilidad. Livermore declaró no presentarse a un eventual concurso para su plaza. La nueva dirección de los Teatros del Canal arrincona la música. Los abonados a la RTVE no saben dónde van a ser los conciertos ¿Pozuelo? ¿El Escorial? a un mes de su inicio tras cerrarse por obras el Monumental. El Festival de Granada ha terminado la brillante etapa de Diego Martínez y son muchas las dudas respecto a la dirección real que vaya a ejercer Heras Casado en plena carrera internacional. El de Canarias anda en busca de director, ¿tal vez Víctor Pablo? En la junta de ABAO ha dimitido hasta el apuntador. La OCNE por lo menos se quita problemas en un año con la renovación a Alcaraz. De la continuidad de los Premios Campoamor, mutis por el foro. Eso sí, a la CUP se le ocurrió convertir a la Sagrada Familia en escuela de música. ¡Tampoco ambicionamos tanto! Pero no se crean que estas cosas únicamente pasan aquí. En Houston tuvieron que cerrar el teatro por el huracán y, sin él, en Hamburgo van a tener que hacer otro tanto con la recién inaugurada Elfphilharmonie, llena de goteras. Verona, aunque con estatua a Callas a los 40 años de su muerte, se hunde económicamente y demandan al director de Torre del Lago por un accidente. Nos dejaron, entre otros, el compositor Xavier Benguerel, el cantante Enzo Dara y el agente Bruce Zemsky. Por cierto, son todo comentarios los movimientos de Miguel Lerín, posiblemente tras los pasos de Alfonso Aijón, aunque, de momento, sin medalla al mérito alemán. No todo son malas noticias. La ópera resiste en Coruña, los festivales de Peralada, Santander, Granada, Quincena, etc., han sido un éxito. La Zarzuela, a punto de tener sus propios ascensores y piano, anuncia un concurso para una nueva obra lírica y el CNDM amenaza con la llegada de los rusos con Pons al frente para suceder a las nueve novenas. Figuras del verano ha habido: Jordan se ha ido a la ópera de Viena y Fichtenholz a Zúrich. Blomstedt celebró su 90 cumpleaños en el San Florian de Bruckner. Domingo, entre Foscari y Macbeth, llegó a las 3.900 funciones anunciando dirigir en Bayreuth y, amando el riesgo, intentando llevarse Operalia a Corea del Sur. Dudamel, finalmente a tortas diplomáticas con Maduro. Barenboim contra el Brexit en los Proms. Netrebko, la artista rusa mejor pagada según «Forbes», no llenó en Marbella, pero sí en Salzburgo, además de colocar a su marido también en Viena y luego cancelar ella. Para colmo irá a Bayreuth en 2019. Kaufmann no convenció a todos como Otello, pero está dispuesto a quemar naves con Sansón, «Pelleas» y «Tannhauser», además de ser embajador de la Fundación Carreras. Villazón, a falta de voz, como responsable de la Mozartwoche salzburguesa. Bartoli, en espera de su próximo Pentecostés, nuevo CD con Sol Gabetta a promocionar. Kunde, nuevo verano de oro en España tras los pasos de Domingo: dirigirá «Barbieri» en Venecia. Gatti el nuevo «Anillo» de 2020 en Bayreuth. Entre tanto seguiremos añorando a Bernstein, Solti, Callas y Pavarotti en sus respectivos aniversarios.