El terror de la Stasi en números: 70.000 asesinados y 250.000 presos políticos
Fundada en 1950, el órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana tuvo 90.000 miembros y casi doscientos mil confidentes que elaboraron seis millones de expedientes
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Fundada en 1950, el órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana tuvo 90.000 miembros y casi doscientos mil confidentes que elaboraron seis millones de expedientes
¿Cómo explicar a los simpatizantes del comunismo en Occidente que la gente que vivía en el “paraíso socialista” quería huir de allí y que hacía falta una enorme estructura de represión? Evidentemente, con cuentos sobre la necesidad de evitar la influencia “fascista” de Occidente, o historias de espionaje. La realidad era muy distinta. Todas las tiranías comunistas establecieron una policía política a imitación de la creada por Lenin, la Cheka, que luego Stalin convirtió en la NKVD. Y sobre ella mantuvieron su poder. La verdad es que poco antes de la caída del comunismo, como nos cuenta el profesor José María Faraldo en “Las redes del terror” (2017), el SB de Polonia contaba con 24.000 miembros y una red de cien mil confidentes. En Rumania, antes de la caída de los Ceaucescu, la Securitate reunió a 15.000 agentes y otros tantos miles de confidentes.
La Alemania Oriental no se quedó a la zaja: la Stasi, fundada en 1950, un año después de la fundación del país satélite de la URSS, tuvo 90.000 miembros y casi doscientos mil confidentes, que elaboraron seis millones de expedientes. La clave del éxito de esa represión estaba en que cualquiera podía ser un espía que contara a la policía política las actividades, lecturas, reuniones, películas o música que escuchara su vecino y que le convertían en sospechoso.
La película “La vida de los otros” (2006) es un reflejo vívido de la existencia miserable en el socialismo real, de la presión de la Stasi y de su red sobre los círculos intelectuales. El terror era un instrumento del régimen; esto es, la posibilidad real de que algo pudiera ocurrir si se salía de la ortodoxia. Ese “algo” era arbitrario, inesperado, injustificado, lo que inducía aún más al terror. No escribió en vano George Orwell la distopía “1984”, inspirada en las dictaduras comunistas.
Los números de la represión en la RDA son controvertidos, como en cualquier tiranía. Se calcula que fueron asesinadas unas 70.000 personas. Que unas 250.000 pasaron por las cárceles políticas de la Alemania Oriental. La Stasi tenía un sistema de detención y tortura muy sofisticado, en la que los detenidos pasaban hasta un año sin identificación judicial ni aviso a los parientes. Simplemente desaparecían.
La Stasi también mantuvo contactos con grupos terroristas, como el asesino venezolano Ilich Ramírez, conocido por “Chacal”, o “Carlos”. No se han encontrado papeles que vincularan formalmente a la Stasi con la estructura de ETA, pero sí con dos de sus miembros en la participación de un atentado contra la Radio Europea Libre, en la ciudad alemana de Munich, en 1981.