En la vanguardia de la vanguardia
QEnrique Jardiel Poncela fue un innovador que no sólo revolucionó con su estilo y su técnica el humor español en la novela y el teatro, sino que también experimentó con el cine, que le debe asimismo varios hallazgos originales, pues fue el creador de los denominados «celuloides rancios» (comentarios humorísticos de películas mudas) y el primero que rodó un largometraje en verso. Su narrativa es pura vanguardia. Estableció una relación enteramente nueva con el lector, haciéndole partícipe de la creación literaria, mediante interpolaciones en las que explicaba cómo estaban construidas las novelas. Era un planteamiento orteguiano, deshumanizado y lúdico, un paso decisivo hacia la intelectualización de la lectura.
Sus novelas presentan numerosas innovaciones estilísticas y amalgaman el género con el ensayo, el periodismo e incluso con las artes gráficas, pues incluyen dibujos, gráficos y otros recursos visuales.
Jardiel emplea recursos eruditos, como notas al pie, falsas bibliografías, textos apócrifos en otros idiomas, así como variantes tipográficas: diversos tipos y tamaños de letras, espacios en blanco, páginas en negro, texto en columnas, recuadros, rótulos, caligramas e incluso anuncios publicitarios.
En el teatro, los cambios que introdujo fueron definitivos. Llevó a cabo una des-sainetización de la comedia y abogó por obras intemporales y cosmopolitas. Se desmarcó del astracán y cambió el humor de la lengua por otro basado en las situaciones. En lo argumental, cultivó la acumulación. Escribió con generosidad imaginativa y partió de situaciones iniciales complicadas para mantener el interés del espectador desde el comienzo.
Invención de Jardiel fue la reducción de los tradicionales tres actos a dos, pues pretendía que la acción fuese continua, como ocurre en el cine.
También fue original Jardiel en su mezcla de subgéneros. Fue el primero en emplear recursos paralingüísticos en sus comedias. Hallamos en ellas por primera vez grabaciones sonoras, proyección de películas en medio de la obra teatral, emisión de programas de radio, etc.
Finalmente, para dotar al teatro de una más amplia gama de posibilidades, inventó un nuevo tipo de escenario móvil, con un sistema de escenografías desplazables que se movían a la vista del público, que imprimía a la acción de unas cualidades casi cinematográficas.
Todo esto y más aportó Jardiel a la literatura. Y aunque en su época los críticos no apreciaron sus innovaciones hoy se le reconoce generalizadamente como un referente imprescindible en el desarrollo de la literatura humorística.
* Autor de «Enrique Jardiel Poncela. La ajetreada vida de un maestro del humor»