Hans-Peter, el rival más fuerte de Hannibal Lecter
Si existe un personaje de ficción que simbolice la maldad ese es el doctor Hannibal Lecter. Para Stephen King es «el mayor monstruo de ficción de nuestro tiempo». De los numerosos asesinos en serie, desde el famoso doctor Jekyl, ningún otro ha conseguido superarlo hasta convertirse en el epítome de la monstruosidad humana. Thomas Harris lo dotó de la complejidad dual del doctor Jekyl y mister Hyde, un personaje elegante que padece un trastorno disociativo de la personalidad, hasta el punto de trasformarse en su opuesto: un ser horrible y monstruoso que asesina por el placer de hacerlo. El citado doctor conjuga la elegante exquisitez del sibarita con la monstruosidad del caníbal que le arranca de un mordisco la lengua a una enfermera, sin perder su negrísimo sentido del humor. El problema de Thomas Harris es que desde que escribió «El dragón rojo» (1990), un asesino de formas exquisitas e inteligencia sobrehumana llamado Hannibal Lecter, fue adquiriendo un protagonismo tan inmenso que su carrera quedó canibalizada por este ente de ficción. Después de cuatro novelas, una película de éxito súbito como «El silencio de los corderos» (1991) y la interpretación de Anthony Hopkins su carrera quedó encadenada a su criatura, reflejada en varias novelas, películas y una serie de televisión que no hacían honor a la riqueza y complejidad del personaje. En la lista de los 100 héroes y villanos más famosos del cine del American Film Institute el Lecter de Anthony Hopkins ocupa el primer puesto, seguido de Norman Bates y Darth Vader. Lo que da una idea de la pervivencia del personaje treinta años después de su creación. En realidad, la carrera de Harris se reduce a su primer best seller «Domingo negro» (1975), sobre el secuestro y asesinato de los once atletas israelíes en los Juego Olímpico de Múnich en 1972. «¡El dragón rojo» (1981), donde aparecía por primera vez y como personaje secundario Hannibal Lecter como asesino en serie. Y en 1988 «El silencio de los corderos», donde Hannibal «el Caníbal» se enfrenta a la novata Clarice Sterling. La adaptación al cine por Jonathan Demme en 1991 catapultó al elegante, superinteligente y taimado doctor Lecter a la fama, especialmente por el bozal de cuero que lo caracterizaría como un peligroso hombre lobo capaz de arrancarle a bocados el rostro a un policía y huir superponiéndoselo al suyo. A partir de entonces, su carrera se reduce a escribir la voluminosa y aburrida «Hannibal»(1999) y la precuela «Hannibal: El origen del mal» (2006), obligado por Dino De Laurentiis que le dijo: «Si no escribes la protosecuela, voy a hacerla con otro...No quiero perder esta franquicia».
Después de trece años inactivo, 50 millones de libros vendidos y 20 años sin conceder una entrevista, publica un nuevo thriller, «Cari Mora», en el que aborda de nuevo la parte oscura del alma humana, «en el que se enfrentan en un duelo a muerte el monstruo Hans-Peter y la colombiana Cari Mora, que cuida de una antigua mansión de Pablo Escobar, donde se ocultan 25 millones de dólares en oro». Un buen comienzo.