Fiestas

¿Qué se hacía en diciembre antes de instaurarse la Navidad?

Un recorrido por fiestas de la antigüedad como las Saturnales, Yule y Nardugan, cuyas tradiciones recuerdan a las de nuestros días

Riga (Letonia). El aroma del vino caliente, los puestos de comida y los músicos sobre un escenario callejero muestran la revitalización de los mercados navideños en los países bálticos, así como su rivalidad sobre quién colocó el primer abeto decorado . EFE/Juris Kaza
Riga (Letonia). El aroma del vino caliente, los puestos de comida y los músicos sobre un escenario callejero muestran la revitalización de los mercados navideños en los países bálticos, así como su rivalidad sobre quién colocó el primer abeto decorado . EFE/Juris KazaJuris KazaAgencia EFE

Para la mayoría de nosotros, el mes de diciembre significa abetos decorados, regalos y comidas opíparas en torno a una mesa familiar. No hay memoria de nuestros días que no alcance este tipo de tradiciones, así que uno se acaba preguntando si es que siempre hemos hecho algo parecido a lo largo y ancho del mundo o si, por el contrario, la humanidad hacía algo distinto antes de que se instaurara la Navidad. ¿Tienen nuestras fiestas de diciembre sus orígenes en otras celebraciones de la antigüedad?

Un punto es indiscutible y es que las fiestas celebradas en invierno existen desde tiempos ancestrales. Numerosas culturas han jaleado el regreso del sol en diciembre con festivales, banquetes, entregas de regalos y libertinaje desde el principio de los tiempos.

Sabemos que mucho antes de que se estableciera la Navidad (en un esfuerzo por convencer a más personas de unirse a la Iglesia Católica), hubo celebraciones paganas delsolsticio de invierno, algunas de las cuales pueden describirse con bastante exactitud. Es el caso de las Saturnales, Yule y Nardugan.

Hogueras, canciones y regalos

Aunque se celebraban de manera diferente, todas las celebraciones de invierno giraban en torno al solsticio de invierno y tenían el mismo hilo conductor: para romper la oscuridad de una estación fría y oscura y prepararse para el próximo ciclo marcado por el regreso del sol, se encendían hogueras, se entonaban canciones y se intercambiaban obsequios.

Ya en la antigua Roma se celebraba el solsticio de invierno, que dio lugar a las fiestas Saturnales. Estas celebraciones estaban marcadas por grandes banquetes domésticos donde los esclavos, aprovechando las “libertades de diciembre”, como escribió el poeta Horacio, comían en la mesa de su amo.

Las Saturnales (que duraban de uno a varios días según la época, yendo del 17 al 23 de diciembre en su mayor extensión), eran conocidas en Roma desde tiempos inmemoriales.

En un clima de paz y de fraternidad, se establecía cierta tregua y cierta pausa tanto en los asuntos públicos como en los privados, en la que debían cesar todos los pleitos e incluso todas las disputas individuales. Las escuelas y las instituciones gubernamentales solían estar cerradas, y las reglas sociales solían ser relajadas con infinidad de entretenimientos

En época imperial, les seguían, unos diez días después, las Calendas de enero. Nuevamente, se organizaban grandes comidas, se intercambiaban buenos deseos y regalos de Año Nuevo y se celebraban ruidosas fiestas de máscaras. En estos desfiles reconocemos nuestros carnavales modernos.

Se sabe que las fiestas saturnales duraron hasta el siglo IV. Con la adopción del cristianismo por parte del emperador romano Constantino, las fiestas saturnales perdieron su antiguo esplendor y desaparecieron con el tiempo.

Nardugan, la victoria de la luz

Nardugan, por su parte, era una festividad celebrada por algunas comunidades turcas y sus raíces también son paganas. La palabra “Nardugan” significa amanecer o sol recién nacido en turco antiguo.

Esta fiesta también se hacía coincidir con el solsticio de invierno (21 de diciembre, según el calendario gregoriano). Es sabido que a partir de ese momento, los días comienzan a ser más largos y las noches más cortas. Se considera, en consecuencia, la victoria de la luz sobre la oscuridad.

Del Nardugan tenemos infinidad de detalles. Por ejemplo, el culto a los árboles ocupaba un lugar muy importante entre los antiguos turcos. Se plantaban cipreses en algunas tumbas debido a su alta estatura y postura erguida. Los turcos veían en los árboles un medio para transmitir oraciones a Dios.

Entre las tradiciones, que tanto recuerdan a nuestros días, estaban las de felicitar las fiestas a los vecinos, ponerse ropa nueva, dar regalos, organizar espectáculos, rezarle a Ülgen y hacer ofrendas bajo los árboles.

Se cree que escribir deseos en piezas de tela de colores y colgarlas en los árboles puede formar la base de las tradiciones actuales de decoración de árboles.

Una tradición común relacionada con Nardugan entre los turcos de hoy es comer granada y beber vino de granada. La granada simbolizaba la fertilidad en muchas comunidades debido a su estructura multigrano.

Yule y la tradición del tronco

Yule, por su parte, era un festival nórdico dedicado a Odín y Frigg. Esta celebración comenzaba en noviembre y terminaba con la celebración de Yule en la época del solsticio de invierno.

Eran tradiciones comunes vestirse de fiesta, comer y beber con abundancia e incluso casarse para honrar a Frigg, la diosa del matrimonio y la fertilidad.

La tradición más icónica de Yule es el tronco de Navidad, que sigue siendo un postre festivo popular en muchos lugares.

De estas celebraciones nórdicas proviene la tradición nórdica de talar un árbol, colocarlo en medio de un ngran espacio y quemarlo durante días.