Sangriento San Juan
El año pasado se publicaba una original novela, «Lobisón», el mito del hombre-lobo revisitado por un desconocido Ginés Sánchez, quien acaba de obtener el IX Premio Tusquets Editores de Novela con «Los gatos pardos», una interesante narración de historias cruzadas, violencias extremas e inquietantes personajes. La acción se vertebra en torno a tres relatos diferenciados, aunque unidos por un azar. En la primera trama asistimos a una implacable venganza ideada por un mafioso mexicano y ejecutada por su imaginativo sicario en un último alarde de desgarrada crueldad; en segundo lugar, una muchacha vive una iniciática y cruda experiencia en compañía de un gamberro grupo de amigos y, finalmente, un itinerante asesino en serie hace de las suyas con impunidad. Estos personajes convergen en una emblemática noche de San Juan, figurados «gatos pardos» de ambigua personalidad.
Más allá de la peripecia argumental, esta es una novela sobre las opciones morales planteadas en situaciones extremas, la intervención del imprevisible destino y el absurdo vital de un mundo sin lógica. La picaresca criminal se combina con la inocencia de la juventud, conviviendo la timidez con la desinhibición y una cierta sensibilidad con la violencia más descarnada. A la vida canalla de unos seres desalmados se unen los contratiempos que la pura casualidad les va deparando, malogrando expectativas y anulando esperanzas. Aunque situada la novela en la Murcia natal del autor, el entorno de la acción resulta algo impreciso y fantasmal, ya que lo importante es el paisaje moral, interior, de unos personajes abocados al fracaso.
Cortantes diálogos, vertiginosas situaciones, espeluznantes enfrentamientos jalonan una historia que no debe ser leída en clave realista, porque su fuerte contenido simbólico la aproxima a un terrible cuento cruel sobre los más oscuros resortes de la condición humana. Instintos básicos y depredadoras actitudes mueven una trama en la que no faltan la envolvente intriga y el desconcertante desenlace. La banalidad del mal, la presencia acostumbrada de la violencia callejera, la campante ambigüedad ética son aspectos que enriquecen teóricamente la narratividad de este denso relato de sangrantes peripecias vinculadas a una mágica noche sin fin.