Vida real, vida virtual
Hay premios literarios, como el Nadal, que atraviesan las páginas de la historia de la literatura española contemporánea con un fulgor propio, como la mítica estrella de los Reyes, tal vez por coincidir en la fecha. Y esta vez el autor que se ha puesto bajo su luz es la periodista y escritora Carmen Amoraga, con un título que enlaza absolutamente con sus obras anteriores, con sus reflexiones sobre las mujeres, el amor y un núcleo dialéctico que pone en marcha el mecanismo de la novela. Su novela «La vida era eso» acaba de ser galardonada con el Premio Nadal 2014. Una mujer se queda viuda y ese estado, de repente, la lleva a tener que empezar de nuevo y a redescubrir las redes sociales. Carmen Amoraga obtuvo con su primera novela, «Para que nada se pierda», el II Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla. Con «Algo tan parecido al amor», resultó finalista del Premio Nadal de 2007 y con «El tiempo mientras tanto», también finalista del premio Planeta en 2010. Si en «Para que nada se pierda» el amor era el camino del conocimiento para las tres protagonistas, en «El rayo dormido» era una periodista que usa el Facebook la que pondrá en marcha el camino de la novela. Porque Carmen Amoraga está siempre muy atenta a lo que la vida actual nos va trayendo en cada momento, y así, en «La vida era eso» tienen gran importancia las redes sociales. Literatura sobre el mundo del espejo de lo femenino, como fuera en 1944 la obra «Nada» de la primera ganadora del Nadal, Carmen Laforet, «La vida era eso» (que nos recuerda la famosa frase atribuida a Lennon de «La vida es eso que nos ocurre mientras estamos ocupado haciendo otros planes») nos hace pensar que siempre podemos descubrir que vivir es empezar todos los días una nueva vida.