Entrevista

Antonio Pérez Henares: «En la leyenda negra, más que conocimientos, se tienen doctrinas»

Acaba de publicar «La española», novela histórica que se traslada a los orígenes de Hispanoamérica, del mestizaje y del honor

Antonio Pérez-Henares.
Antonio Pérez-Henares.ArchivoLa Razón

El periodista Antonio Pérez Henares, Chani Henares, publica con Harper Collins su última novela, «La Española», una isla en el Caribe, «puerto de la gloria o puerta del infierno, en la que comenzó todo y donde se dieron cita quienes iban a cambiar el mundo para siempre y por siempre formar ellos parte de su historia». Una novela histórica que nos habla de los orígenes de Hispanoamérica, pero también del mestizaje, el valor y el honor.

¿Cuál es el origen de la obra?

En 2001, con la Ruta Quetzal, acampamos en el fuerte Ozama, en Santo Domingo. Me empecé a dar cuenta de que por allí mismo, por donde estuve, habían estado antes todos los que habían cambiado la historia del mundo. A ese puerto llegó España, y de allí había salido hacia todo el continente, y primero a todas las islas: Cuba, Jamaica.. Todos los personajes que ahora forman parte de la historia de la humanidad habían compartido allí el tiempo. Ese era el lugar al que iban todos y del que salían todos. El puerto de la gloria o la puerta del infierno. Estuvieron los Colón, los Niño, los Pinzón, Juan de la Cosa, Ponce de León, Ojeda, el padre de Bartolomé de las Casas, Vasco Nuñez de Balboa, Cortés, Pizarro… Yo aquella noche pensaba en esos personajes interactuando entre ellos y empecé a darle vueltas a esa idea.

Y desde entonces andaba rondando…

Sí, pero en una novela coral como esta necesitaba mucha más maduración, no era algo inmediato. Retardado en escribirla, escribí cosas que tenían que ver con eso, incluso en otros libros míos, pero tenía que trabajarla. Escribí también «Cabeza de vaca», que es posterior en el tiempo. Y en esta he utilizado a un personaje de aquella novela, un viejo marinero, que aquí es un grumete jovencito. Entrevero continuamente a personajes históricos, y eso lo he trabajado mucho. La clave de todo era que esos personajes, humanizándolos, se entendiesen en su escala de valores. Ahí está el germen.

Ponce, Pizarro o Cortés eran gente culta, que leía, por eso nos llega todo tan bien documentado

Antonio Pérez Henares

Es esta una novela coral por la que desfilan grandes personajes de nuestra Historia.

Tenemos un pasado muy rico. Cada una de las pequeñas historias de cada uno de estos personajes daría para una gran película y muchas novelas. Había que entender quienes eran. Pizarro era un tipo curtidísimo, Ojeda venía con una fama tremenda de Granada, Ponce, Juan de la Cosa, Pizarro… Cortés no había combatido nunca. Cortés era un tipo golfo, díscolo, mujeriego, al que habían echado de la Universidad de Salamanca por un lío de faldas. Tenía una cicatriz en el labio, pero porque una vez, subiendo una tapia para ver a una señora casada, se derrumbó la tapia, y el marido le pudo alcanzar. Era un tío listísimo, como un príncipe del Renacimiento. Y escribía muy bien. Gente culta, que leía. Y por eso hay tanta documentación, por eso nos llega todo tan bien documentado. Te vas quedando anonadado.

Y, sin embargo, ahí tenemos la leyenda negra…

Los más crédulos de la leyenda negra hoy somos nosotros mismos. Pero esa leyenda negra interiorizada, es reciente. Ni Sánchez-Albornoz ni ninguno de los grandes historiadores de principios del siglo XX, ni cualquiera de los grandes intelectuales, para nada permitirían lo que se está diciendo. Todo eso es de un sectarismo, de una ignorancia, más que tener conocimientos se tienen consignas y doctrinas. La leyenda negra española la vigorizaron porque cogieron la brevísima de Bartolomé de las Casas, que es muy panfletario y exagerado, y ya lo tienes. Lo increíble es que, en estos momentos, la propia palabra España, la propia lengua, sus personajes, parezcan malditos. Como si hubiese que ir pidiendo perdón por ser españoles, por conocer nuestra historia y estar orgullosos de ella. Yo creo que España sí tiene quién la cuente. El problema es que no tiene quién lE haga una película.

No juzgo a los personajes con los ojos de ahora sin tener en cuenta el contexto

Antonio Pérez Henares

Sin embargo, no idealiza la Historia. No cae en eso por huir de todo lo contrario.

Yo hice con Miguel de la Cuadra-Salcedo siete expediciones, y por mi cuenta he seguido haciéndolo. Conozco el lugar y conozco la historia, y yo quería que se entendiese a los personajes en su cuerpo doctrinal, sin juzgarlos con los ojos de ahora por las modas del momento y sin tener en cuenta el contexto. Eso es una estupidez. Y encima quieren reescribir la historia. Yo me niego absolutamente. En esta novela aparece desde el primer momento las disensiones entre los españoles, los odios cainitas, las conspiraciones, las traiciones… Pero también todo el mestizaje, el amor, la fe, la amistad. El honor y el valor.