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entrevista
Harriet Constable: "Cuando las personas están en un contexto extremo llegan a límites insospechados"
En "La violinista" la autora explora los secretos de la música y la vida de Ana Maria della Pietá

En el mundo de la literatura contemporánea hay obras que destacan por su sensibilidad, su capacidad para evocar emociones y por llevar al lector a universos cargados de matices. "La violinista", de Harriet Constable, es una de ellas, una novela que no solo explora los secretos de la música y la vida de Ana Maria della Pietá, sino también las complejidades de las relaciones humanas, el arte y el alma. Hoy tenemos la oportunidad de conversar con su autora, quien nos hablará del origen de esta historia, de los desafíos creativos que enfrentó al dar vida a sus personajes y de cómo la música se convierte en un lenguaje universal dentro de su obra.
Tu novela La violinista nos lleva a la esplendorosa Venecia del siglo XVIII. ¿Qué te inspiró a escribir sobre la vida de Anna Maria della Pietà, una figura histórica tan poco conocida?
Bueno, di con esta historia en 2019. Estaba pasando un verano en California y estaba en un departamento de estos de alquiler. Me fui a la librería, comencé a mirar un libro y di con uno. Caí en una frase que decía que vivía el día dedicado a la enseñanza en un orfanato en Venecia y que, más que su salud, estas huérfanas se habían convertido en músicas de renombre y lo habían ayudado en sus composiciones musicales. Entonces, yo tengo formación como periodista, vengo de una familia de músicos también, y me impresionó no conocer esta historia, que solo fuera tan desconocida. Comencé inmediatamente a documentarme sobre ella, y el nombre que surgía una y otra vez era el de Anna Maria, Anna Maria della Pietà. Era la alumna favorita de Vivaldi; él incluso llegó a comprarle un violín y compuso música específicamente para ella. Entonces me di cuenta de que el personaje de Anna Maria podía servirme como representante de todas estas generaciones de niñas, de huérfanas, cuyos nombres hemos olvidado pero que deberíamos recordar, porque desempeñaron un rol fundamental en la creación musical de Vivaldi.
La relación entre Anna Maria y Vivaldi es clave en la trama. ¿Cómo te documentaste para retratar a este personaje tan célebre, y qué crees que fue lo más difícil de mostrar sobre su personalidad?
Para hacer la lista de características de Vivaldi no tuve que imaginar mucho, porque es un personaje sobre el que se ha escrito montones a lo largo de 150 años. Sin embargo, sí que me hice con algunos detalles curiosos sobre su personalidad. Para comenzar, era un personaje bastante raro, bastante excéntrico. Tenía un problema respiratorio, y probablemente, según coinciden hoy casi todos los académicos, se trataba de asma. Era una persona bastante obsesiva e intensa. Me imagino que como profesor eso debería darle un aura interesante, porque tenía esa pasión desmedida por la música. También era una persona bastante compartida. De hecho, en un momento de su vida fue víctima del racismo de la sociedad de aquel entonces, porque se fue a vivir con una de sus alumnas, una niña de 13 años, lo que causó una gran oposición social. Eso explica por qué, al final, falleciera en Viena sin dinero y concretamente solo. Todos estos elementos también ayudan a construir los rasgos comunes de su personalidad. Hay que recordar que era una persona que siempre se sintió como un outsider, alguien fuera de la comunidad, con una personalidad extraña y un carácter muy difícil.
En un mundo donde las mujeres luchan por ser escuchadas, ¿qué dirías de las oportunidades de las mujeres en la música?
La verdad es que una de las cosas que más me sorprendió fue descubrir cuánto se les permitió a estas niñas, en particular a las que eran parte del coro y la orquesta. Podían ganar su propio dinero, construirse sus propias carreras; al final, se codeaban con reyes y reinas. Estamos hablando de huérfanas que eran abandonadas por sus madres, destinadas en muchos casos a morir ahogadas en un canal. Por una suerte de giro del destino, y gracias a su propio talento, terminaron destacando en esta época en particular, en esa Venecia que se consideraba la República de la Música. Llegaron a eclipsar todas aquellas normas de género que las hubieran querido completamente silenciadas e invisibles. Siempre pienso en estas niñas. Hablo de mujeres, pero en casi todos los casos eran niñas, como mujeres modernas atrapadas en un periodo de tiempo equivocado. Tanto es así que eran consideradas en aquella sociedad como demasiado inteligentes, incluso para casarse. Me imagino que debió ser algo increíble y fascinante para ellas sentir que tenían todas esas oportunidades, pero al mismo tiempo tremendamente frustrante ver cómo se daban una y otra vez con un techo o una pared, porque no podían materializar esas oportunidades que tenían.
En la novela, Anna Maria parece estar dispuesta a sacrificarlo todo por la música. ¿Crees que es necesario sacrificar tanto para alcanzar la grandeza?
Bueno, yo quería que Anna Maria fuera lo más real posible porque fue un personaje real. Creo que los seres humanos todos tenemos nuestros más y nuestros menos, no somos perfectos. Hay que entender que el contexto en el que creció Anna Maria era muy complejo. Ella era huérfana, no sabía nada de su madre. Me pregunto si estaría pensando constantemente en si su madre iba a volver para buscarla. Tenía todas estas amigas, que eran como sus hermanas dentro del orfanato, a quienes quería mucho, pero al mismo tiempo estaban constantemente compitiendo entre ellas. La única posibilidad que tenían frente al futuro era destacar. Si no lo lograban, terminaban o bien casándose con un hombre que no escogían o trabajando en tareas de limpieza, trabajos manuales muy duros. Creo que cuando las personas se encuentran en un contexto tan complejo y extremo llegan a límites insospechados. No quiere decir que yo apruebe que las personas hagan cosas tremendas que hieran a los demás con tal de salvarse, pero sí creo que podemos tener empatía entendiendo el contexto del que vienen.
En tiempos difíciles, el arte y la música siempre han sido refugios para las personas. ¿Crees que la historia de Anna Maria resuena en un mundo donde el arte sigue siendo una forma de escapar o resistir?
Precioso lo que has dicho. Sí, yo creo que necesitamos esa música hoy en día, y por eso me parece tan importante reconocer de dónde proviene. Creo que eso nos permite también descubrir que la historia tiene mucho más color y muchos más matices de lo que siempre hemos pensado. Por ejemplo, cuando descubrimos que estas niñas huérfanas, destinadas a morir ahogadas en un canal, ayudaron a Vivaldi a componer ese cuerpo musical, cambia nuestra perspectiva. Cuando escuchamos Las cuatro estaciones, no solo escuchamos verano, invierno, otoño y primavera. Escuchamos esperanza, furia, rabia, miedo, alegría. Son emociones de todas estas niñas, y creo que es una música que todavía tiene la capacidad de conmovernos porque todos nos vemos identificados con esas emociones.
La historia de Anna Maria toca temas de éxito y fracaso. ¿Alguna vez te has sentido como ella, al borde del éxito, pero enfrentando obstáculos inesperados? ¿Cómo lidias con la presión de ser reconocida como una de las "novelistas más interesantes de 2024"?
Creo que el acto mismo de escribir te pone en un sitio bastante vulnerable. Hubo muchos momentos, sobre todo trabajando en los primeros borradores, en que me decía a mí misma: "Estás pasando por una vergüenza espantosa. No tienes una carrera legítima como periodista, ¿por qué te estás exponiendo así? Esto va a ser un horror". Creo que todas esas son creencias limitantes. Lo que me dije a mí misma, y me atrevo a aconsejar a cualquiera, es que hay que tratar de dejar esas creencias a un lado. Hay que permitirse intentarlo. Me dije: "Voy a intentarlo porque creo en esta historia". Obviamente, me enfrenté a ese miedo al fracaso, pero decidí seguir con el proceso. Si no iba a ningún lado, al menos tendría el consuelo de haberlo intentado. La recepción de la novela ha sido una sorpresa y una alegría. Creo que esta historia tiene un mensaje de superación muy real, y estamos en un momento donde hay mucho apetito por este tipo de relatos.
Al final del día, ¿qué esperas que los lectores se lleven del legado de Anna Maria? ¿Crees que su historia puede inspirar a las nuevas generaciones de mujeres?
Sí, yo creo que cuando descubrimos que algunas de las músicas más famosas de la historia se compusieron con la ayuda de un grupo enorme de mujeres y niñas que superaron tantas dificultades, cambia nuestra percepción de lo que es posible. Si tuviera la oportunidad de conocer a Anna Maria hoy, le agradecería por cambiar mi percepción de nuestras posibilidades. Me da alegría pensar que las mujeres, a lo largo de la historia, no han sido sujetos pasivos, sino activas en dar forma a la historia. Ese es el mensaje más empoderante y la mayor fuente de inspiración que podemos rescatar como mujeres hoy en día
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