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Entrevista
En una extensa entrevista publicada días atrás en el periódico danés 'Information', el escritor francés Michel Houellebecq realizó una profunda reflexión sobre el futuro del cristianismo, la influencia del islam, la política europea y su visión del mundo.
El fin del cristianismo en Europa
Houellebecq, ateo declarado, expresa con pesar que no ve señales de un regreso del cristianismo en Europa. Afirmó: "No creo que el cristianismo tenga futuro en Europa (...). No veo señales evidentes de un regreso del cristianismo. Y lo digo con pesar, porque no quiero destruir la esperanza de los cristianos. Amo el cristianismo". Sin embargo, establece una diferencia clara con el islam, que, según su visión, podría seguir creciendo.
"Por supuesto, es difícil predecir qué sucederá y cuándo. Pero la dirección está clara", comentó al respecto. En su opinión, la situación en Francia refleja lo que describió en su novela 'Sumisión' (2015): "Todo empezó con las caricaturas danesas". Para Houellebecq, hoy en día, "ningún francés cree que sea buena idea publicar este tipo de caricaturas. Los jóvenes, en particular, son muy críticos; no ven motivo para criticar al islam y les resulta francamente desagradable que alguien lo haga. En cierto modo, los asesinos han ganado. Simplemente, ya no hacemos caricaturas como esas".
Perspectivas geopolíticas y percepciones sobre Rusia
En cuanto a la amenaza de invasión, Houellebecq fue categórico: "Rusia no nos va a invadir. Ni en sueños. Putin no representa ningún peligro para Dinamarca ni para Francia". Sin embargo, matizó respecto a la política internacional: "Creo que Putin tiene un plan muy concreto. No se trata de recrear la Unión Soviética, sino de apoderarse de territorios más o menos importantes".
Visión política y cultural
En el ámbito político, el autor sólo cree parcialmente en la influencia del wokismo en la política y la cultura: "Sé que hay gente que es woke, pero nunca la he conocido. ¿No es una leyenda urbana?". Además, expresó cierto arrepentimiento respecto al predominio de la izquierda en Francia: "Lo siento, pero no me había dado cuenta. La izquierda sigue dominando".
Sobre Donald Trump, Houellebecq afirmó que "es triste que no sea buena persona. Pero una política aislacionista me viene de maravilla". También expresa interés en Elon Musk, el multimillonario y exmiembro de la Casa Blanca, con quien le gustaría conversar: "En un momento, expresó su preocupación por los soldados robot; en otro, pidió más inteligencia artificial. No entiendo qué quiere decir. Quizás sea porque es tan inteligente que no puedo seguirlo, no puedo descartarlo. Pero me gustaría hablar con él".
Reflexiones literarias y autobiográficas
La conversación con los periodistas daneses también se adentró en el mundo de la literatura. Houellebecq habló del escritor danés Hans Christian Andersen y de su relato 'El traje nuevo del emperador', que ve como una metáfora de su propia perspectiva. Se identifica con el niño que, al final del cuento, denuncia la desnudez del emperador, víctima de estafadores y de su propia estupidez: "El hecho de que la gente que me rodeaba tuviera una percepción errónea de las cosas fue un importante motor de mi escritura".
Respecto a su estilo literario, lo describe como "expresionista", caracterizado por amplios contrastes, aunque admite que esto puede afectar la sutileza: "Necesito personajes positivos y negativos inequívocos".
Optimismo y escepticismo sobre el futuro
A pesar de sus análisis, Houellebecq no ve motivos para temer al futuro. "Soldados robot o no, no hay razón para temer al futuro", aseguró. Considera que el "declinismo" es una tentación recurrente en todas las épocas. Cuando le señalaron que Alain Finkielkraut diagnostica un debilitamiento de la literatura en la modernidad, responde con burla: "¡Típico de Finkielkraut!"
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