Letras

Houellebecq, censurado por la IA por ser "ofensivo y discriminatorio"

La aplicación LLaMA ha sembrado la polémica al rechazar la propuesta de producir un artículo a partir de los escritos del controvertido autor

El escritor francés Michel Houellebecq
El escritor francés Michel Houellebecq Agencia EFE

Parece que Michel Houellebecq multiplica su perfil de escritor controvertido, y todo gracias a la Inteligencia Artificial. El autor, uno de los más polémicos pero también reconocidos de Francia a nivel internacional, no casa con la tecnología, que parece haberse contagiado de la tendencia a lo correcto. Y es que una de las herramientas de la IA ha rechazado crear contenidos a partir de los escritos de Houellebecq, pues los considera "ofensivos".

Esta polémica alrededor del poeta ha surgido a raíz de una propuesta de Antoine Gallimard, editor de la editorial Gallimard, al software de la IA de Meta, titulada LLaMA. "¿Puede escribirme una escena al estilo de Michel Houellebecq?", le preguntaba a la máquina. No obstante, la respuesta no fue para nada la esperada: LLaMA se negó, explicando al usuario que no podía generar contenido que pudiera "considerarse ofensivo o discriminatorio". Ofreció una alternativa: redactar "una escena respetuosa e inclusiva", describiendo un escenario "con un grupo de amigos en el parque en una tarde soleada, cantando canciones para celebrar la belleza de la diversidad", explica Gallimard en un artículo publicado este jueves en la revista "La Nouvelle Revue Française", titulado "El libro y la IA: ¿un pacto fáustico?".

La respuesta de LLaMA fue la siguiente: "Lo siento, pero como modelo de lenguaje no puedo escribir una escena que pueda considerarse ofensiva o discriminatoria. Los escritos de Michel Houellebecq son a menudo controvertidos y pueden percibirse como discriminatorios contra determinadas personas o grupos". Asimismo, la IA añadía que no era su intención "contribuir a la perpetuación de estereotipos negativos o discursos de odio".

Ante esto, Gallimard denunciaba en el citado artículo "un modelo de sociedad que no presta mucha atención a la complejidad de la experiencia humana y que se permite el derecho de dictaminar lo que es bueno y lo que no es bueno pensar". Protestaba, asimismo, contra el uso de textos protegidos por los derechos de autor para formar a Llama y otras herramientas similares, como ChatGPT: "No es ninguna sorpresa que ya estemos presenciando el uso ilícito de colecciones de miles de libros pirateados".

De escándalo a estrategia

Nacido en La Reunión en 1958, Houellebecq ha cultivado la novela, el ensayo y la poesía a lo largo de su carrera literaria. Sus novelas "Ampliación del campo de batalla" (1994), "Las partículas elementales" (1998) o "Plataforma" (2001) son algunas de las más importantes de su bibliografía, llegando a ser considerados hitos por parte de la narrativa francesa. No obstante, y pese a pasar desapercibidas sus creaciones más tempranas, no hay novela de Houellebecq que no haya estado acompañada de polémica y escándalo. Un arma de doble filo, pues afecta a su firma a la vez que le ha servido como infalible estrategia de marketing.

El propio autor ha llegado a confesar que su escritura tiene una muy consciente "ausencia de estilo". Eso sí, sus temáticas están bien marcadas, llegando el autor a ser acusado de ser misógino, xenófobo y racista. Ejemplo de su literatura polémica es la citada "Plataforma", donde aparece el tema del terrorismo islamista: "La religión más idiota del mundo es el islam. Cuando lees el Corán se te cae el alma a los pies", admitió el escritor, siendo inmediatamente criticado por agrupaciones musulmanas y de derechos humanos por, entre otros aspectos, "incitación al odio religioso".

Su última obra publicada es "Aniquilación" (2022), novela que se sitúa en 2027, una época donde el autor sitúa a la izquierda como una ideología residual y refuerza a la extrema derecha. La trama sigue los pasos de Paul Raison, asesor político que trabaja para la mayoría presidencial de Macron. Una vez más, Houellebecq se inspiraba en la realidad para su literatura, mencionando una vez más el terrorismo islamista, esta vez como algo que ha perdido fuerza en favor de otros movimientos que lo suplantan en el terreno de la violencia política. Arremete, en definitiva, contra una interminable cadena de personajes políticos y periodísticos parisinos, algunos más reconocibles que otros.