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Los barcos hundidos salen a flote

Un exhaustivo informe de la Armada registra 1.580 naufragios de barcos españoles en el mundo y de buques de otras nacionalidades en aguas españolas

Los barcos hundidos salen a flote
Los barcos hundidos salen a flotelarazon

La segunda fase de investigación de naufragios para registrar todos los barcos hundidos de los que existe constancia en los archivos navales ha concluido.

La segunda fase de investigación de naufragios para registrar todos los barcos hundidos de los que existe constancia en los archivos navales ha concluido. El informe que los recoge identifica 1.580 estudiados en tres de los siete archivos de la Armada: el General de la Marina Álvaro de Bazán, en Viso del Marqués (Ciudad Real), el del Museo Naval de Madrid y el de Cartagena en Murcia, proyecto financiado por la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio Cultural del Ministerio de Defensa. Para elaborar este listado se han tenido en cuenta tanto los barcos patrios hundidos en todo el mundo como los que no lo son pero naufragaron en aguas jurisdiccionales españolas. Por zonas geográficas, Europa se sitúa a la cabeza con un 59,3 por ciento, de los que la mitad (50,7) son españoles (596 embarcaciones). Le sigue la zona de América del Norte, Central y Caribe, con un 26,7 por ciento. Aquí es la isla de Cuba, con 176 hundimientos, la que se lleva la palma, entre otras razones, y según apunta el capitán de navío Pedro Coll Martín, director de los archivos navales, «porque en esa zona radicaba el principal arsenal de construcción en el siglo XVII. De ahí salió, por ejemplo, el ''Santísima Trinidad'', un navío de cuatro baterías o puentes». En América del Sur se contabilizan 80 (un 6,8 por ciento), en Extremo Oriente y Australia, un 5,4 (Filipinas arroja la cifra más alta de hundimientos, con 50), mientras que África registraría 21. Las causas más frecuentes para ser engullidos por el mar eran «los accidentes, la caída por acción en combate, por acción de guerra, los abordajes entre barcos, así como los accidentes cercanos a la costa o incluso ser víctimas de la climatología», asegura Coll Martín, para quien será muy importante en una siguiente fase (pendiente de la asignación de presupuesto) «acometer las expediciones a Indias documentadas en el Archivo General de la Marina, ya que ahí nos toparemos con los barcos de la carrera de Indias donde los resultados pueden ser bastante jugosos», comenta.

Más en el siglo XVIII

En cuanto al número de hundimientos por centurias, en primer lugar se sitúa el siglo XVIII, con 390 naufragios, seguido del XX, con 307, el XIX (239), el XVI (238) y el XVII (147). «El XVIII es en el que se ha centrado la investigación. Un siglo antes, España vive su momento de máximo esplendor desde el punto de vista de la Armada y la Marina mercante. Tenía 50 navíos, una cifra que hoy puede dejarnos indiferente, pero que para aquella época era tremendamente abultada. La Armada perdió sólo una pequeña parte en la Batalla de Trafalgar, frente a lo que se pueda pensar; sin embargo, durante la Guerra de la Independencia, nuestra flota quedará hecha una ruina, debido a que no se mantuvo, no se acondicionó y fuimos perdiéndola. Fue ahí donde nos quedamos sin Armada y estamos hablando del año mil ochocientos y poco, nada más comenzar el siglo XVIII. Recordemos que Carlos III contribuyó de manera decisiva a la expansión de la Armada, y que personajes como Jorge Juan y el marqués de la Ensenada resultaron claves en esa época». Entre los siglos XIII y XV se han catalogado 16 naufragios, si bien los archivos custodian documentación original desde 1767, por lo que las entradas anteriores a esta fecha son menores y proceden de fuentes documentales secundarias y bibliográficas.

De pesca por Baleares

Con respecto al tipo de barco, el informe distingue de manera clara varias categorías. ¿Cuál es la embarcación más numerosa? La tipología del barco es un dato conocido en el 84 por ciento de los casos y comprende más de cincuenta modalidades diferentes, desde pequeñas embarcaciones pesqueras hasta barcos comerciales y de guerra. En primer lugar se sitúa el navío, el buque de combate por excelencia del siglo XVIII, es del que se han consignado mayor número de naufragios: 182. «Se trataba del buque principal de guerra, el más grande, de mayor volumen, por tanto, y el que transporta más artillería. Armaban desde 64 cañones los más pequeños hasta más de cien los de gran calibre. Se trataba de embarcaciones que entrañaban una gran dificultad de maniobra porque eran bastante pesadas», explica Coll.

¿Qué es un laúd? Un pesquero típico de Baleares y Levante y del que se registran 140 hundimientos. La nao se hace con el tercer puesto (101; se trata de embarcaciones con cubierta y velas, aunque sin remos) y en cuarto lugar se localiza la fragata, con 98 barcos bajo el mar. «Es el buque que en formato sigue al navío. Más ligero que éste y con menos artillería, generalmente viajaban en misiones de correo y transporte de mercancías valiosas; realizaban funciones de vigilancia de otras fuerza y escoltaban», reseña.

Monedas para todos

Después de esta segunda parte del proyecto de investigación, el acometer una tercera dependerá del presupuesto. Están pendientes aún de estudio las expediciones a las Indias y los archivos de Cádiz, El Ferrol y Madrid. «Aún queda bastante por hacer», señala Coll. Le preguntamos si ha tenido ocasión de poder ver las monedas del tesoro de «La Mercedes». De cerca, no, pero lo hará, y no tardando, en cuanto estén expuestas. Y propone una solución: «Se me ocurre, aunque es una apreciación mía –explica sin querer darse la menor importancia–, hacer una colección de monedas que pudieran repartirse entre los diferentes museos, bien en depósito o cedidas. Y el Naval podría ser uno de los depositarios», concluye.