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«Don Carlo» echa raíces en El Escorial

La versión de Albert Boadella del título verdiano se afianza con un reconocido reparto internacional
larazon

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La versión de Albert Boadella del título verdiano se afianza con un reconocido reparto internacional
San Lorenzo de El Escorial se consolida como el lugar idóneo para la puesta en escena de la ópera “Don Carlo” de Giuseppe Verdi en versión escénica de Albert Boadella. Si en la pasada edición del Festival de Verano del Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial esta ópera supuso un hito absoluto al representarse íntegramente en el lugar donde vivieron y fueron sepultados sus protagonistas, esta vez pretenden convertirlo en el icono del certamen y en un reclamo internacional. Allí regresará los días 28 y 30 de julio con este versión más española del personaje histórico.
Manuel Coves estará al frente de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid y contará con un magnífico elenco internacional al que considera “un reparto absolutamente espectacular que en todo momento tendrá que desarrollar una dificultad”. Entre ellos destacan el tenor italiano Massimo Giordano que dará vida a Don Carlo, primogénito del rey Felipe II, que estará encarnado por el bajo boloñés Carlo Colombara. La soprano italo-rusa Ekaterina Metlova será Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II quien considera que “Don Carlo” es su “debut en el papel de Elisabetta”. “Ella encuentra su destino como mujer del rey pero eso le hace ser profundamente infeliz a pesar de amar al otro”. La mezzosoprano búlgara Nadia Krasteva asumirá el papel de princesa de Éboli.
El bajo norteamericano Eric Halfvarson, en el papel del Gran Inquisidor, considera que “El Escorial se ha convertido en un lugar de peregrinación para los bajos”. El barítono Juan Jesús Rodríguez se mete en la piel del Marqués de Posa. Por último, Fernando Latorre dará vida a Frate y piensa que “esta obra me la llevaría a una isla”. Uno de sus objetivos es que “el público que venga sepa apreciar esta calidad musical”.
Albert Boadella ha argumentado: “Soy de los que piensa que la fantasía en el arte no sirve para nada”. De esta forma, es una versión en la que se trata de aumentar el drama y se pretende “colocar a los personajes cercanos a lo que fue la realidad, eso le da un punto más a la tragedia”. También ha querido acercarse a la verdad histórica; desmontar esa desafortunada leyenda sin cambiar una sola nota de la partitura ni ninguna palabra del texto.
A la hora de poner en marcha un nuevo “Don Carlo” tuvieron en cuenta las diferentes versiones de la ópera y finalmente se decantaron por la de Módena de 1886, pero con matices. “Utilizo la versión de cuatro actos eliminando el acto inicial de Fontainebleau”, matiza Boadella. También declara que “el mundo de la ópera tiene que ser popular, debe devolverse a los ciudadanos. El éxito es conseguir que una ópera como “Don Carlo” llegue a un público menos de coleccionistas”.