Ramón Colom: «El cine español no es una película de buenos y malos»
Nuevo presidente de los productores (Fapae)
La presidencia de la patronal de los productores es, probablemente, el puesto no político del ámbito cultural que más interés mediático ha despertado en los últimos años. El «lobby» cinematográfico, a pesar del matiz peyorativo que tiene el término en nuestro país, ha funcionado como ningún otro. Desde ayer, el sillón tiene un nuevo inquilino, Ramón Colom, hasta ahora presidente de los productores catalanes (PROA), quienes, tras integrarse en Fapae, convirtieron a la entidad en confederación.
-¿Se ha dado cuenta ya de la responsabilidad que va a asumir durante cuatro años?
Ayer, por primera vez, me pasó desde hace un par de meses que me lo propusieron. Antes de las elecciones, las piernas me temblaban.
-Mucha gente aún le recuerda como el presentador de «Informe semanal».
-Me subyuga que aún sean capaces de recordarte de un programa que dejé de conducir en el año 1988. La gente se sigue acordando, pero todos estamos más mayores. También es cierto que la televisión era otra.
-Muchos se preguntarán que ha hecho desde entonces...
-Tuve en medio la dirección general de TVE, que supuso una reconversión proesional. Hasta entonces era sólo un periodista. Cuando me propusieron productor ejecutivo de programas de actualidad, José Luis Balbín me dijo que era bueno que un periodista lo dejara para que otros periodistas puedan ejercer en su lugar. Ahora quiero que pase lo mismo con la producción, que se incorpore gente nueva.
-Dice que su primer objetivo es concretar el nuevo modelo de apoyo público al sector. ¿Es optimista?
-Absolutamente, aunque tardaremos más o menos. No estamos en contra del Gobierno, ni de las cadenas de televisión, ni del oficio. Les pedimos que nos ayuden para poder ser mejores.
-Montoro dice ahora que va a ser el ministro de las grandes desgravaciones al cine...
-Es una fórmula que se usa en muchos países y con la que debíamos haber tra bajado antes. Así, por ejemplo, se mantiene Broadway. No es un sistema perfecto, pero se puede trabajar y desarrollarlo más.
-¿Su experiencia en TVE facilitará la relación con las televisiones, claves en el sector?
-Espero que sí. Aquí hay una cuestión básica: esto no es una película de buenos y malos, cada uno defiente sus intereses. Eso sí, no debe haber una relación de supremacía.