Cine
"Septiembre dice": ecos de adolescencias tóxicas
La actriz Ariane Labed debuta detrás de la cámara con esta turbadora y enigmática cinta que bucea en la complejidad de ambigua de los vínculos familiares, adaptación de la novela Daisy Johnson
Inevitablemente permeada por la influencia estética y la disruptiva mirada narrativa del cineasta de la incomodidad por antonomasia y también pareja sentimental, Yorgos Lanthimos, la actriz Ariane Labed debuta como directora con "Septiembre dice", un artefacto audiovisual de asfixia y poesía liderado estructuralmente por el ambiguo vínculo que se genera entre dos hermanas adolescentes y basado en la novela "Sisters", de Daisy Johnson.
"Necesitaba materializar de alguna forma esos personajes tan singulares, tan extraños, tan especiales con los que me estaba encontrando mientras leía la novela", dice en entrevista con LA RAZÓN la debutante cineasta sobre estas tres mujeres protagonistas –madre e hijas– profundamente erráticas en sus decisiones y atravesadas en términos formales por la toxicidad de un entorno injusto, de un destino aparentemente inamovible, de una etapa vital contradictoria, de una sucesión reducida de motivos para seguir respirando de la mano de tu hermana.
Violento amor
Algo ocurre en esta familia trasladada por Labed al movimiento de la imagen. Algo espesísimo y críptico y extrañamente alterado relacionado con la codependencia fraternal entre las dos adolescentes cuya distinta interpretación del mundo y de sus atributos, así como de sus potenciales amenazas externas, resuena al aislamiento bretchiano de Lanthimos en "Canino". También esa generación sincronizada de un lenguaje propio solamente codificable entre las paredes de esas particulares siluetas de intimidad que ambas dibujan.
"Estar dentro de un círculo formado por personas que no hemos elegido pero a las que debemos un amor absoluto"
"Me resultaba muy interesante la forma en la que trata el libro la representación de los lazos familiares. ¿La familia qué es al final? Estar dentro de un círculo formado por personas que no hemos elegido pero a los que debemos un amor absoluto. Puede ser algo luminoso, porque protege, proporciona ternura, seguridad, cariño. Pero también existe debajo de todo eso un potencial muy violento relacionado con el poder absoluto y la violencia. No siempre es idílica y poco a poco estamos abriendo debates, generando conversaciones incómodas y propiciando que en el cine se traten temas como el incesto", subraya la cineasta antes de rematar: "El idioma personal construido forma parte de la familia, de los vínculos de amor en general. También los sonidos, incluso la forma de respirar", admite asumiendo que esta propuesta incluso, puede llegar a dejarnos sin aire.