Un premio Jovellanos que mira al futuro

Imaginamos a Amador Menéndez Velázquez en una jornada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Le visualizamos metido en faena e investigando sobre lo que nos deparará el futuro, que, una vez pronunciado, casi se convierte ya en pasado y que a él no le asusta.

Imaginamos a Amador Menéndez Velázquez en una jornada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Le visualizamos metido en faena e investigando sobre lo que nos deparará el futuro, que, una vez pronunciado, casi se convierte ya en pasado y que a él no le asusta. Doctor en Química que trabaja y colabora con prestigiosas instituciones y nacido en Oviedo en 1969, acaba de recoger el premio de Ensayo Jovellanos, que ha conseguido por la obra «Historias del futuro. La era del Homo Tecnologicus», a través de cuyas páginas ofrece un mensaje de esperanza sobre los retos que afronta la humanidad. ¿Qué efectos tendrá la denominada «revolución tecnológica»? Su respuesta no deja lugar a dudas: «El futuro es siempre incierto y misterioso y en cierta forma resulta comprensible que despierte temores, pero yo soy optimista y por eso he querido transmitir un mensaje esperanzador», informa Efe. Las máquinas tendrán inteligencia, pero nunca superarán a la humana por lo que no existe riesgo alguno de que «una se vuelva loca y ponga fin a la humanidad», como quedó dicho en alguna obra cimera de ciencia ficción, según el experto. ¿Cómo pinta ese futuro el ganador del Jovellanos? Menéndez Velázquez asegura que los jóvenes de 15 años trabajarán en al menos cinco empleos diferentes a lo largo de su vida en actividades que hoy desconocemos. ¿Y cuál será el punto de inflexión del desarrollo tecnológico? Él lo sitúa en un futuro relativamente cercano, 2045, aunque subraya que los cambios y las transformaciones se producirán de manera gradual y será necesario que nos adaptemos a ellos. Todo este proceso llevará aparejadas transformaciones sociales y destrucción de empleo, que se recuperará «a largo plazo, como ocurrió durante la revolución industrial».

Menéndez Velázquez es investigador del Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias y en mayo de 2010 estableció, junto a otros cinco científicos, el récord mundial de eficiencia en la captura de energía solar en el MIT de Massachusetts. Se licenció en Oviedo y dedicó sus primeros años laborales a la docencia, además de en su ciudad natal, en Gijón y Cangas del Narcea antes de incorporarse al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El premio Jovellanos de Ensayo, que convoca Ediciones Nobel con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón y Caja Rural de Asturias, está dotado con 9.000 euros y la publicación de la obra gamadora. Según el jurado, «Historia del futuro. La era del Homo Tecnologicus» representa «la excelencia divulgativa de los avances científicos en campos como las tecnologías de la información, la nanotecnología y la superinteligencia y las ciencias cognitivas». Este año se ha batido el récord de participación: 162 trabajos, con un cuarenta por ciento de ellos procedentes de fuera de España. El jurado estuvo compuesto por José Luis García Delgado y Vázquez, Pedro de Silva, Teresa Caso, Marisa Morán, Rodrigo Cepeda y Luis Xabel Álvarez, que actuó como secretario.