Wimbledon

Wimbledon, 2008: ¿Fue este el mejor partido nunca visto?

Federer y Nadal
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La presión añadida la tienes cuando estás jugando mal; cuando ya tienes buenas sensaciones, aparte de para ganar, juegas para seguir disfrutando de la oportunidad de seguir luchando por las cosas que son más importantes de nuestro deporte a una edad tan avanzada», explicaba Rafa Nadal. Para él y para Federer en el tenis se trata ya sólo de disfrutar. Lo han ganado todo y quieren seguir ganando mientras se diviertan. Y la hierba, que no ha sido nunca el mejor entorno para el juego del español, ahora aparece como un escenario ideal para la diversión.

Nadal está disfrutando como nunca sobre la hierba cada vez más escasa de las pistas del All England Lawn Tennis Club. Sólo ha perdido un set, en la segunda ronda contra Kyrgios, después de haberse enfrentado a jugadores tan potentes como el australiano, Tsonga o el que era el mejor sacador del torneo, Sam Querrey, al que liquidó de manera contundente en tres sets sin darle opción en los dos últimos, ni siquiera con su servicio.

Rafa llega en el mejor momento para disputar un partido eterno, un nuevo encuentro con Federer. Se han acompañado durante sus carreras, robándose títulos el uno al otro y haciéndose más grandes a la vez. El partido hace que la memoria vuelva a aquella final de 2008 cuando Nadal ganó al anochecer su primer Wimbledon.

«Mi recuerdo es grande, fue uno de los grandes duelos de la historia del tenis», recuerda en una conversación con la agencia Efe el juez de silla de aquella final, el francés Pascal Maria. «El tenis fue muy bueno, la atmósfera que lo rodeó fue especial», añade. El partido se alargó por culpa de la lluvia, duró casi cinco horas –4 horas 48 minutos– y el Ojo de Halcón dejó de funcionar. «Tuve que decírselo a los jugadores, pero es una situación común. Lo bueno es que nadie recuerda el partido por eso», recuerda Maria. «Los jugadores tuvieron que aceptarlo».

Han pasado once años y los planteamientos de Rafa no son los mismos que entonces. Tampoco los de Roger. También su juego ha cambiado. «Saca mejor, resta mejor, el revés lo tiene mejor aunque, posiblemente, no tenga el desplazamiento de antaño», explica Francis Roig, el entrenador de Nadal. «No quiero decir que el Rafa de hoy en día ganaría al de 2008, pero sí que necesitaba, para estar aquí, hacer este cambio y no basarse en un tema de desgaste del rival y de mucha intimidación y mucho poderío en la pista. Hoy en día es mucho mejor jugador», añade. También Federer ha evolucionado: «El revés lo ha mejorado bastante y con esta raqueta la pelota le sale más fácil».

«Lo recuerdo siempre con muchos nervios. Fue el partido que he vivido con más nervios de todos estos años», recuerda Toni Nadal, el tío y ex preparador de Rafa, en declaraciones a la agencia Efe. «Sabía lo importante que era para nosotros. El de hoy no lo es tanto, pero vuelve a ser decisivo», añade.