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El día que Setién fue seleccionador de Guinea

En 2006 dirigió a la selección ecuatoguineana en la derrota por 3-0 ante Camerún

Presentación de Quique Setién como nuevo entrenador del FC Barcelona
-FOTODELDIA- GRAFCAT9757. BARCELONA, 14/01/2020.- El nuevo entrenador del FC Barcelona, Quique Setién, sale del túnel de vestuarios del Camp Nou tras el acto de su presentación como nuevo entrenador blaugrana hasta la temporada 2021-2022. EFE/Alejandro GarcíaAlejandro GarcíaEFE

En el currículum de Quique Setién figura un partido como seleccionador de Guinea, una aventura tan extraña como breve. Sólo duró un partido, una derrota en Camerún por 3-0 antes de regresar a casa. El actual entrenador del Barcelona llegó arrastrado por la corriente que «españolizó» el fútbol guineano a partir de 2003 con la convocatoria de hijos de ecuatoguineanos formados en España. En 2006 ya se habían sumado futbolistas de mayor nivel, como Benjamín y su hermano Iván Zarandona.

Las condiciones estaban muy lejos de ser las habituales en el fútbol español. «Hasta el año 2003 Guinea Ecuatorial era una selección muy floja, la liga local no estaba bien organizada, no había jugadores de nivel, no había infraestructuras. El petróleo no empieza a dar dinero hasta finales del siglo XX y la Federación no tenía un lugar para que la selección estuviera concentrada, no había campos para entrenar como hay ahora, no sabías dónde ibas a dormir, había muchas dificultades organizativas», explica Alberto Edjogo-Owono. El ahora comentarista de Gol y autor del libro «Indomable», en el que reúne varios relatos sobre el fútbol africano, fue uno de los jugadores que estuvieron concentrados con Setién en aquellos días de octubre de 2006.

«Estuvimos cuatro o cinco días entrenando con el primer equipo y antes de viajar a Camerún se decidió que los sub’23, que podíamos jugar con la selección olímpica, tenía más sentido que fuéramos a jugar contra Sudán para intentar remontar un resultado adverso que acabamos remontando», recuerda. «Había un cacao enorme. Ibas a jugar con la selección y acababas jugando con la sub’23. Era un lío tremendo», confirma Jacinto Elá.

«Jugar contra Camerún era ir a perder siempre. Si no era la mejor, era una de las mejores selecciones de África», añade Owono. Era la selección de Eto’o y de Mboma, aunque no jugaron aquel partido. Sí participaron Kameni, Song, Geremi o el ex delantero de Osasuna Pierre Webó. «Entrenar a una selección africana no es sencillo. No sé exactamente cuáles fueron los motivos de que rescindiera. Ese pequeño periodo de tiempo hubo cosas que no le convencieron», afirma Alberto.

Entonces ya se veía su gusto por el buen trato a la pelota. «Estuvo poco tiempo y cuando uno es seleccionador tiene menos margen, pero daba mucha importancia al balón. A través del balón era más fácil llegar a la portería rival y que el equipo estuviera más ordenado. Y con balón uno va a disfrutar. La gente quiere ser futbolista porque se divierte con el balón, no quiere ser futbolista para hacer faltas y defender», reconoce Alberto Edjogo-Owono.

Aunque también asume que ese gusto por el buen juego se ha ido puliendo a medida que ascendía de categoría. «En el Logroñés no jugaba tan bien, lo ha ido matizando poco a poco», asegura. Por suerte para él, la mayoría de jugadores de la selección guineana en aquel momento ya eran españoles descendientes de guineanos y criados personal y profesionalmente en España. Eran jugadores como Benjamín, Iván Zarandona, Juvenal –el hermano de Alberto, que jugaba en el Sabadell y era el capitán de la selección–. Y los que no llegaron tan arriba tenían una buena formación, como el propio Alberto, que entonces jugaba en el Sant Andreu. «La mayoría hemos estado en buenas canteras, en el Espanyol, el Atlético de Madrid, el Barcelona... Había una base para empezar a trabajar», dice.

En aquella época, y en las que siguieron, el banquillo de Guinea no era una posición cómoda. Por allí pasaron técnicos como Henry Michel, Andoni Goikoetxea o Dani Guindos, el segundo entrenador de Robert Moreno en el Mónaco, que sólo duró un amistoso como seleccionador guineano.

Setién salió de Guinea y no imaginaba que llegaría al Barcelona. «El Barça se ha acostumbrado cada vez más a ir por inercia y a poner menos atención al detalle. Va a ser interesante ver cómo esos jugadores tienen que empezar otra vez a cuidar el detalle, a tocar y a moverse y sobre todo a mejorar defensivamente», dice Edjogo-Owono. «En la balanza ha pesado más la idea de intentar recuperar un estilo perdido».