“¡Estamos más enchufados que nunca!”

Un derbi más en el Bernabéu. De los que hay que pelear, sufrir y casi sudar sangre para ganar. El Madrid sin Bale, sin Hazard, sin Rodrygo… al toque o con más verticalidad, da igual. Los de Zidane están en estado de gracia y ganan con o sin sus estrellas, sea la competición que sea. El ADN competitivo ha vuelto a Chamartín de manera definitiva y la afición apunta alto: «Vamos a ganar todo».

«¡Triplete!» Es pronto, pero la euforia madridista es incontrolable en estos momentos: «Edu, estamos más enchufados que nunca… ¡este año vamos a ganarlo todo!», comentaba un hombre, eufórico, tras el derbi. «Llegamos al mejor momento de la temporada en plena forma… y todavía tiene que llegar Hazard. Este año no nos pararán», exclamaba otro madridista feliz.

La pizarra de Zizou Arriesgó y venció. El míster francés tiene argumentos de sobra para atribuirse como suyo un gran porcentaje de la victoria ante el Atlético y así se lo reconoce su afición: «Así sí, Zidane. Sus cambios al descanso han cambiado el partido», decía un merengue. «Para que luego digan que Zidane solo es un buen gestor de grupo… ¡bravo Zizou!», añadía otro.

Fútbol vertical Cambio de sistema y de estilo tras el descanso. Por supuesto, se vuelve a confirmar: al Bernabéu le gusta la verticalidad. «No somos como el Barça, nosotros somos de atacar en profundidad… ¡esto es el Madrid!», decía un joven con la camiseta blanca. «Nos gusta la velocidad e ir al ataque, a veces es más arriesgado, pero ésta es la cultura madridista», sentenciaba otro aficionado.

Vinicius y Valverde Ninguno supera los 22 años, pero ya son ídolos de la afición de Chamartín. Valverde se ha consagrado (si no lo había hecho ya) en el once de Zidane: «Es nuestro pulmón, este chaval no tiene límites, nos tiene enamorados», decía un hombre junto a su hija. «Vinicius ha revolucionado el partido, siempre con ganas y con atrevimiento… hay que cuidarle, que va para estrella», terciaba un socio.

«¡Cholo, quédate» Rivalidad sana entre Madrid y Atlético, de la de toda la vida… y en esta ocasión la ironía del madridismo tanto dentro como fuera del Santiago Bernabéu se centró en Simeone y su mala racha como entrenador al frente del conjunto rojiblanco: «¡Cholo no te vayas, Cholo quédate!», era el cántico más sonado en la grada tras un derbi que dejó a los atléticos a 13 puntos y fuera de la zona Champions.