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Wilder-Fury II: los gigantes buscan el cielo

Los boxeadores son, con perdón de Anthony Joshua, los mejores pesos pesados de la actualidad. Tras empatar en 2018 y “mancillar” sus inmaculados récords, se vuelven a enfrentar esta noche para arrebatarse el invicto

Tyson Fury y Deontay Wilder en el careo previo a la pelea que tendrá lugar esta noche
Tyson Fury y Deontay Wilder en el careo previo a la pelea que tendrá lugar esta nocheBradley Collyer/PA Wire/dpaBradley Collyer/PA Wire/dpa

El día 1 de diciembre de 2018 pasó a los anales de la historia del boxeo. Dos de los tres mejores pesos pesados, Tyson Fury (29-0-1, 20 KOs) y Deontay Wilder (42-0-1, 41 KOs) (Anthony Joshua no es sospechoso de ser mejor que ambos, pero ostenta más cinturones que ninguno), se medían las caras para ver quién ocupaba el trono. Dos estilos contrapuestos; uno técnico, el otro robusto; uno polémico, el otro algo más comedido; uno zurdo, el otro diestro. Pero los dos con más ganas que el otro de arrebatar (el primero) o mantener (el segundo) el WBC... El cual se quedó en las manos de su poseedor tras decretarse el nulo al final de los 12 asaltos de guerra.

Que el combate durase 36 minutos era una posibilidad a estudiar; que acabase en tablas no entraba en la cabeza de nadie. Si la disputa alcanzaba los 12 asaltos, las apuestas hablaban en favor de Fury, quien no goza del poder de su rival y tendría que recurrir al tanteo y a la técnica para vencer. Por el contrario, si el árbitro señalaba el final antes del tiempo estipulado, las apuestas pesaban en favor de Wilder por su historial y su fuerza. Sin embargo, ni una ni la otra: la contienda se decidió por los jueces y el árbitro acabó por levantar los brazos de ambos púgiles.

El baile quedó para la historia. Los dos buscaron su boxeo. El británico, con su icónica guardia heterodoxa (“la de Floyd Mayweather”), buscó la distancia con el jab, el cabeceo constante, los desplazamientos laterales o las combinaciones de 4-5 golpes cuando Wilder achantaba en demasía... Y este, todo lo contrario: la distancia corta y el arrastre hacia la cuerda, la derecha fuerte y dura a la cabeza, los crochés que parecían conatos de abrazos etc.

Y lo cierto es que ambos encontraron lo que buscaban. Fury resultó ganador para Robert Tapper (114-110), Wilder para Alejandro Rochin (111-115) y ninguno para Phil Edwards (113-113). Todo parecía indicar que el campeón del Consejo Mundial de Boxeo iba a ganar por dos balas mortales en los asaltos 9 y 12. El americano logró derribar al británico en dos ocasiones; la primera, con una derecha fuerte en la parte más alta de la cabeza tras agacharse para esquivar una mano que acabó entrando; y la segunda, en los últimos 3 minutos de combate, pasará a la historia pugilística.

Con el combate apretado y en un asalto donde se podía definir el devenir de la pelea, Fury encajó una derecha bestial que impactó de lleno en su rostro y, además, un croché de izquierda mientras caía que parecía más innecesario que efectivo (pero entró limpio). Parecía que “The Gypsy King” no iba a poder levantarse, pero, con la mirada totalmente perdida en una imagen histórica, resucitó del suelo mientras amargaba la prematura celebración de Wilder.

Esta noche el cinturón más prestigioso del boxeo dentro de una de las categorías más aclamadas del deporte (del peso pesado pueden hablar Tyson, Ali, Foreman, Holyfield o Frazer, entre otros) está en juego. El conflicto verbal ya ha tenido lugar; a una reedición histórica que puede marcar el devenir de la categoría le quedan horas.