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El día que la Liga australiana se convirtió en viral
Este fin de semana es el primero sin fútbol de profesionales o amateurs, en televisión o de los equipos de los niños. Los futboleros se han agarrado a la Liga australiana
Pueden cerrarse los cines y prohibirse los conciertos, pueden suspenderse las funciones de teatro y que no dejen pasar en los colegios. Puede el mundo detenerse, asustado ante lo desconocido, ante este cisne negro que es el coronavirus. Pero, ¿se puede vivir sin fútbol durante un fin de semana? ¿Podrán sobre todo, sobrevivir, los futboleros cuando descubran el próximo lunes que aún quedan un par de semanas, como poco, sin un triste encuentro que echarse a la boca? «Yo tenía montado el viaje para marcharnos a Mánchester a ver la vuelta de la Champions entre el City de Guardiola y el Real Madrid y, además, tenía ya billetes para ir al Santiago Bernabéu a ver el partido del Real Madrid contra el Valencia de la siguiente jornada de LaLiga», cuenta Sergio Díaz, peñista del equipo blanco en Barcelona, madridista en tierra hostil, lo que tiene mucho mérito. Y, evidentemente, aficionado al fútbol, como millones de personas en España.
A Sergio se le han desmontado todos los planes. Ni siquiera la Premier, la competición que parecía más reacia a aplazar los partidos de este fin de semana ha podido evitarlo. El jueves por la noche estaban dispuestos a seguir, como si no pasara nada, como si juntar a miles de personas en un estadio encantadas de abrazarse en cuanto su equipo marcase un gol no fuese una temeridad. Iban a continuar, hasta que el positivo en coronavirus del español Arteta, entrenador del Arsenal, hizo que todo se replantease.La Liga más poderosa del mundo reconocía que era mejor parar, como ya habían hecho Italia y España, como hicieron, al final, Alemania y Francia.
Sólo queda la Liga australiana, que por eso se ha hecho viral por jugadas como ésta
Pero sin eso, estamos en mitad de temporada y el fútbol se detiene de repente y sin que nadie sepa a ciencia cierta qué va a suceder en las próximas semanas o meses. «Este fin de semana parece un día de julio, totalmente descafeinado», continúa Sergio, para explicar su estupefacción ante lo inesperado.
Pero en julio ya puede haber amistosos, quizá alguna competición internacional de selecciones esté llegando a sus últimos encuentros y, sobre todo, se habla de fichajes, a todas horas. Rumores de grandes desembolsos de dinero y movimiento de los futbolistas más galácticos.
Y puede que no haya partidos para ver, pero esos fichajes o los rumores más imposibles llenan las horas muertas y las conversaciones en el ascensor. No hay nada de eso ahora: todo lo que se habla en el ascensor (si es que alguien se mete con otra persona en un ascensor) es del coronavirus. Ni del tiempo ni del fútbol o sus rumores. Por pararse, se ha detenido hasta la conversación más banal.
«Nuestro fin de semana, si juega el Real Madrid consiste en montarnos el viaje para ir a verle; también voy a ver los partidos de fútbol de mi hijo y si no, quedamos en la peña para tomar unas cervezas y ver los encuentros que echan por la televisión», cuenta Sergio Díaz. Su hijo tampoco va a jugar, porque le han suspendido el partido y Sergio, además, es consciente de que se tiene que quedar en casa, que es lo responsable y solidario.
Los deportistas más famosos: Fernando Alonso, Contador o futbolistas del Madrid están enseñando en las redes lo que hacen para pasar las largas horas que tienen por delante sin aburrise demasiado. También, como muchos trabajadores, tienen teletrabajo: Varane publicó una foto en su gimnasio y Lucas Vázquez se hizo otra haciendo una plancha, mientras su hijo le imitaba.
El famosos comentarista Ibai Llanos ha publicado en sus redes su partida virtual de Fortnite con Courtois y el jugador de baloncesto del Real Madrid, Fabian Causeur, también buscó en Twitter gente con la que jugar online. Koke, el centrocampista del Atlético, hacía ayer publicidad de un videojuego en Twitter, mientras repetía el lemas de estos días. «Yo me quedo en casa».
Sergio se queda en casa el fin de semana, como todo el mundo. Cuando le pasa eso, cuando no le ha salido o no ha podido viajar para ver el fútbol o no ha quedado en la peña, «en la tele veo los programas de fútbol para ver los resultados», cuenta. Lo que sabe que hoy, tampoco va a poder ser. «A ver si veo algo en Netflix», añade, aunque ya no con excesiva convicción.
«O al cine», continuaba, pero conociendo su derrota: «Si es que se puede ir al cine».
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