Champions League

Coronavirus

La gran oportunidad del Atlético y la tranquilidad rota por el coronavirus

"Ganar no es importante, ganar es lo único que hay", dice Simeone

Atletico Madrid training session
Simeone, durante el último entrenamiento del Atlético en LisboaLluis Gene / POOLEFE

Para Simeone, «ganar no es importante, ganar es lo único que hay». Lo aplica al partido contra el Leipzig, pero también a todo lo que venga después. Es para lo que los rojiblancos se han estado preparando desde que el 11 de marzo eliminaron al Liverpool en Anfield.

Ese partido cambió la mentalidad del Atlético. El equipo que sufría cada vez que pisaba el césped regresó tras la cuarentena convertido en otra cosa, en un equipo capaz de todo. Llorente es la expresión de ese cambio, un mediocentro defensivo que, de repente, se ha convertido en el mejor delantero del equipo. Y el Atlético que regresó a la Liga era un equipo que disfrutaba con lo que hacía.

La prórroga de Anfield le quitó el miedo al Atlético. Pronto salieron algunas voces –entre ellas la del presidente, Enrique Cerezo– que reclamaban que si la competición no se podía reanudar el campeón debería ser el equipo rojiblanco. Como si se tratara de un mundial de boxeo y el que derrota al campeón es el nuevo campeón.

El Atlético se pasó los tres meses del confinamiento pensando en que quizá éste era su año para ganar la Champions. Las circunstancias le han devuelto a Lisboa, el lugar donde Sergio Ramos lo despertó del sueño con un cabezazo en el tiempo añadido. Y el sorteo le despejó el camino, al menos en teoría, de los equipos más complicados hasta la final. El Barcelona, el Bayern y el Manchester City se encuentran por el otro lado.

Todo iba bien hasta que el coronavirus se infiltró en el vestuario. Vrsaljko y Correa dieron positivo en las pruebas del Covid-19 y la seguridad del equipo rojiblanco se ha tambaleado un poco. «Cuando dijeron que había dos positivos fue un poco estresante. Ahora es muy común en el mundo [ser positivo en Covid-19]. Hay que tener cuidado y ellos seguro que lo han tenido y no tienen ni idea de cómo ha sido», reconoce Oblak. «El domingo estábamos un poco estresados esperando los resultados para saber cómo está todo. Muchas veces eres asintomático y no sabes que tienes el virus», confiesa el guardameta rojiblanco.

Las ausencias de Vrsaljko y Correa afectan «al corazón del equipo», en palabras de Simeone. «No tener con nosotros a Sime [Vrsaljko], que ha hecho muchísimo esfuerzo para estar con nosotros, para volver a jugar cuando jugó y no estaba todavía en condiciones y que no esté duele», reconoce el preparador rojiblanco. El lateral croata, subcampeón del mundo con su selección, se ha perdido casi toda la temporada por dos operaciones de rodilla, aunque entre medias le dio tiempo a jugar cinco partidos después de volver a ser inscrito en el mercado de invierno. Fue una solución de emergencia, una recuperación forzada ante la ausencia de los otros dos laterales derechos, Arias y Trippier. Ese esfuerzo es el que le agradece Simeone.

La ausencia de Correa es, por lo menos, igual de dolorosa para Simeone. «Angelito es todo corazón. Los números hablan de su importancia en el equipo», dice. El argentino, que suele comenzar los partidos en el banquillo, es el tercer máximo goleador del Atlético, sólo por detrás de Morata y Joao Félix, y empatado con los siete goles de Saúl en todas las competiciones. Especialmente importante fue su gol en la semifinal de la Supercopa contra el Barcelona que clasificó al Atlético para la final.

Estuvo a punto de ser traspasado el verano pasado, pero el Milan no puso todo el dinero que pedía el Atlético. Las cuentas del club son una cosa y los planes de Simeone, otras. Y Correa siempre ha sido importante para él a pesar de las numerosas críticas de la afición.

«Se nos quedaron dos hombres muy importantes en el corazón del equipo. Esperamos poder tenerlos en el andar de la competición. Nos adaptaremos a las circunstancias», asume el Cholo.

Las circunstancias son diferentes para todo. Desde las fechas de la competición hasta el formato, eliminatorias a un partido en una sede neutral, como si se tratara de una Eurocopa o un Mundial. «Es una competición diferente. A nosotros nos ha ido bien con dos partidos porque uno en casa con nuestra afición era fundamenta», reconoce Oblak.

Quizá por repartir la presión y no cargar sólo con ella, Simeone se esfuerza por poner al Leipzig a la altura de su equipo, a pesar de las diferencias que marcan el nombre y la historia de los dos clubes. «Es un equipo que juega muy bien, con jugadores jóvenes y todos esos cambios de posición en la búsqueda del vértigo. Ha sido tercero en la Liga alemana, ha jugado cuatro partidos menos que nosotros y tiene tres puntos menos, pero ha ganado y ha perdido los mismos partidos que nosotros», dice el Cholo. No quiere, pero sabe que es uno de los favoritos en la Champions.