Fútbol
Esa sensación de pinchazo en el músculo, la mirada al banquillo y el gesto con los índices dando vueltas diciendo: «Cambio, me he roto». La imagen se está repitiendo esta temporada más de lo habitual. Las lesiones son algo inherente al deporte de élite y al esfuerzo físico llevado al límite, pero las circunstancias extraordinarias que se están viviendo a causa de la pandemia multiplican el riesgo. Según el análisis hecho por la base de datos ProFootballDB hubo 250 bajas en Primera desde el 1 de septiembre hasta el 30 de noviembre, sumando lesionados y afectados por el coronavirus. «En septiembre, octubre y noviembre se han jugado ocho partidos de la selección, más los calendarios normales de Europa y España... Si te fijas, muchas lesiones han sido con sus selecciones (Busquets, Canales, Ramos...) y muchos otros lo hicieron en los partidos de la primera jornada tras volver. Esto ha tenido una influencia clarísima», asegura el doctor Pedro Luis Ripoll, de la clínica Ripoll y De Prado, centro que tiene la excelencia FIFA. «Los partidos de selecciones yo no digo que están mal, están bien, pero son una causa, sumada a las otras competiciones, lo que obliga a una frecuencia en el esfuerzo que hace perder la protección del entrenamiento estructurado», añade Ripoll.
Es todo consecuencia de la crisis que ha generado el Covid-19. En marzo, justo en el arranque del momento duro de la pandemia, se suspendió una ventana de selecciones que se ha tenido que recuperar ahora, por los compromisos con las televisiones. Por ejemplo, el amistoso de España con Países Bajos estaba previsto para el 29 de marzo y se disputó el 11 de noviembre. Lo mismo el España-Portugal. Los equipos con muchos internacionales y que además tienen competiciones europeas (que también han empezado más tarde y han tenido que acelerar para terminar la primera fase en diciembre), son los más afectados en este sentido y así, según los datos de ProFootballDB, Modric es el futbolista con menos tiempo de descanso entre partido y partido, 3,52 días, seguido del sevillista De Jong con 3,54, Griezmann y Ocampos con 3,70 y Joao Félix con 3,84. Eso hace que estos jugadores apenas puedan entrenar y se dediquen a disputar partidos, descansar y volver a la competición. «Cuando un futbolista entrena de una manera estructurada y regular hay un efecto de protección sobre las lesiones que en este caso se pierde, y no tenerlo puede aumentar las lesiones en un 10 o 15 por ciento. No entrenan de forma regular», explica Ripoll. Las apreturas para que todo se pueda disputar se ven en que las estrellas han perdido más de un día de descanso respecto a otros años: entre el 1 de agosto de 2018 y el 1 de julio de 2019 esta estadística la lideraba Rakitic, del Barça, con 4,77 días entre duelo y duelo. La pretemporada también ha sido atípica, de ahí que ni siquiera se ha podido generar una base para prevenir las lesiones, que principalmente han sido musculares (106). De las 250, 92 se produjeron en noviembre y el 51,52 por ciento de ellas fueron roturas de fibras, que suelen estar relacionadas con la fatiga.
Las quejas de Zidane, Koeman, Flick...
Koeman o Zidane alzaron la voz por el calendario, lo mismo que futbolistas como Kroos o técnicos de otras ligas como Flick, al que se le lesionaron cuatro jugadores ante el Stuttgart. «Los clubes se tienen que adaptar, tienen que hacer plantillas equilibradas, tener en cada puesto dos jugadores, y jugadores polivalentes y tenerlos a todos motivados física y psíquicamente. La diferencia entre suplentes y titulares debe desaparecer», opina el doctor Ripoll. El problema es que la pandemia también ha traído crisis económica a los clubes, y más dificultades para fichar. «Con las circunstancias actuales tendríamos que tener una plantilla de 35 jugadores», afirmó Simeone, que en diciembre ha visto cómo caía Giménez, mientras que en el Real Madrid apenas se han librado de la enfermería Varane, Mendy, Modric, Vinicius, Courtois y Rodrygo, el Barça está casi sin centrales y vigila a Dembélé, el Sevilla recupera a Suso pero pierde a Munir... Empezó diciembre y la sangría sigue. Y el fútbol no para este año ni siquiera en la semana de Navidad.