Laporta y Doña Manolita

En España, la octava Comunidad Autónoma con más peñas del Real Madrid es Cataluña. ¿Imaginan que en unas futuras elecciones del Madrid a uno de los candidatos, el favorito para más señas, se le ocurriera poner una lona gigante en plena Diagonal anunciando su advenimiento? Las protestas se escucharían desde la Barceloneta a Pedralbes. Aparecerían lazos de cualquier color, Colau lo mismo hablaba de okupación, las quejas llegarían al Parlament, Rufián haría de Rufián y ¿TV3? Mejor no pensarlo. En Madrid ha alzado la voz el padre de Bertín Osborne y porque vive en el edificio en cuestión. El madridista que pasa por el Bernabéu en obras y ve al precandidato sonríe, piensa en la vacilada que se ha marcado Laporta, se acuerda de las 13 Copas de Europa y recuerda que Messi sólo quiere huir.

Joan Laporta no está solo cerca del Bernabéu. Tiene próxima la iluminación navideña con la gigantesca bandera española. Puro Madrid. El barrio de Salamanca y Vallecas. Cocido y dumplings. Ayuso y Martínez-Almeida. El precandidato independentista del Barça, en realidad uno de ellos, y el Tour del Bernabéu. En el corazón del Foro se admite casi todo incluida una muestra alejada del actual barcelonismo decadente. El cartelón de Laporta es una cola de Doña Manolita en vertical, un recuerdo del tipo que celebraba títulos derrochando botellas de Möet Chandon, Montecristo en boca. Otros tiempos. Lo peor para el Barça es que hasta el 24 de enero lo más emocionante que ofrece es la pelea por la presidencia entre Laporta y Víctor Font.