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Koeman habla sobre la situación de Griezmann

El técnico lo ha sacado de la titularidad, da igual si juega con tres defensas o con cuatro

Koeman da instrucciones a Griezmann, que jugó diez minutos contra el Huesca
Koeman da instrucciones a Griezmann, que jugó diez minutos contra el HuescaALBERT GEAREUTERS

Ronald Koeman llegó al Barcelona en agosto con mucho trabajo por hacer. Uno de sus propósitos era recuperar la mejor versión de Griezmann, después de un año del francés en el Camp Nou en el que dejó más dudas que certezas. «No es un extremo tradicional, por lo que hay que interpretarlo en su propia posición, en un papel que se adapte a él y donde pueda mostrar sus habilidades», dijo el holandés. Hablaba de colocarlo «en su sitio», pero a estas alturas de temporada no está del todo claro cuál es ese lugar, que comienza a ser el banquillo. El entrenador holandés sigue dando vueltas a sus jugadores en busca de la mejor fórmula. Griezmann comenzó el curso partiendo desde la derecha, aunque para venirse al centro, sin llegar a la línea de fondo para centrar como haría un extremo. Ha jugado cinco partidos ahí. Seis lo ha hecho como delantero. Dos empezando en la izquierda y uno incluso siendo una especie de mediocentro ofensivo. De mediapunta, su teórico puesto ideal, ha participado seis veces y por ahí fue donde empezó a ofrecer su nivel más alto. Sin Messi, brilló contra el Dinamo de Kiev y el Ferencvaros. Fue justo después de la entrevista que concedió a Valdano. Además, en medio de los dos partidos de Champions, en los que marcó, también sumó un gol ante Osasuna, comenzando en la izquierda. Parecía, por tanto, algo mental y haberlo hablado en esa charla había sido psicológico, como una liberación para él.

Pero un mes después las dudas vuelven sobre el futbolista francés, que lleva cinco goles y dos asistencias este curso, y también acumula un puñado de oportunidades falladas de forma incomprensible, muchas veces por simple mala suerte o por tensión acumulada, porque calidad tiene. Contra el Valladolid, Koeman planteó un sistema con tres centrales en el que no cabía Griezmann en ataque. No disputó ni un minuto. Sí fue titular ante el Eibar, en un encuentro en el que Messi era baja por lesión, pero tampoco aprovechó esa oportunidad y terminó siendo sustituido a falta de media hora, con el resultado 0-1, sin haber aportado nada relevante. Ya antes de su llegada al Camp Nou hubo quien no aconsejó su fichaje. Rexach era el asesor del presidente Bartomeu, y pensaba que el ex del Atlético ocupaba el mismo sitio que Leo y que tenían que buscar otro perfil. Sin el «10», el del Eibar era un día para que apareciera Griezmann, y no logró hacerlo. En el partido con el Huesca, Koeman regresó a la defensa de cuatro, pero el rubio galo tampoco encajaba, pese a las bajas de Ansu Fati y Coutinho. Para el ataque, Pedri y Messi son fijos y Dembélé comienza a asomar con su anarquía y con su capacidad de desborde que a veces le hace imparable y otras incomprensible. Pero con él en el campo pasan más cosas que con Griezmann, que es otro tipo de futbolista. El sitio que le queda más libre es el de delantero puro, a la espera de si hay algún fichaje en el mercado de invierno. Pero ahí está demasiado encajonado, sin capacidad para correr, y a veces se sale para tocar la pelota, cuando lo que busca el entrenador es tener a un referente arriba que fije más a los centrales y que a veces esté para empujarla. Ese, de momento, es Braithwaite. El danés también aporta mucha capacidad de trabajo. Eso Griezmann lo tiene también, pero un fichaje de 120 millones de euros debe aportar un toque de distinción. «Antoine sabe su sitio y he hablado varias veces con él. Le gusta comunicar lo que tiene que mejorar. Si jugamos con tres centrocampistas hay que encontrar la mejor fórmula de delantero. A mí me gusta mucho, pero tengo que elegir. Hay muchos partidos y no se puede jugar siempre con los mismos”, explica Koeman.

Griezmann sigue buscando el sitio que no encontró con Valverde, aunque cuando el «Txingurri» estaba en el banquillo lo ponía prácticamente siempre; ni con Quique Setién, que terminó por dejarle fuera en duelos determinantes de la pasada Liga, justo después del confinamiento por la pandemia, como el del Atlético de Madrid o el del Sevilla.