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Fútbol

La cabeza de Casemiro lanza al Real Madrid en Valladolid (0-1)

El brasileño remató una falta en la segunda mitad y dio la victoria. Antes Courtois salvó al equipo

Joaquín y Mariano, en el Valladolid-Real Madrid
Joaquín y Mariano, en el Valladolid-Real MadridJUAN MEDINAREUTERS

Courtois paró, Casemiro remató y el Madrid ya asoma en la lucha por LaLiga. El conjunto de Zidane se ha adaptado a estos tiempos de obligada austeridad por las bajas y es lo más directo posible, sin alardes y sin gastos de más. En Zorrila, después de la derrota del Atlético y contra un Valladolid más que presentable, ganó el Madrid porque tuvo a su portero en el mejor jugador del equipo y a Casemiro a su mejor rematador. Hasta tres remates de cabeza tuvo el centrocampista brasileño. Los dos primeros, solo, en el área pequeña, pero no giró lo suficiente la cabeza. Y en el tercero, apareciendo por el segundo palo, no falló. No puede decir el Valladolid que no estaba avisado y, sin embargo, fue incapaz de parar el salto de un futbolista que, con su cabeza, está siendo fundamental esta temporada. Sus cabezazos en el segundo partido de la Champions agarró al Madrid a Europa y en Valladolid, le lanzó hacia el Atlético.

No fue el mejor Madrid, pero es que tampoco está para ser el mejor Madrid porque no tiene futbolitas suficientes. A las habituales bajas de los últimos partidos se unió la de Benzema y eso ya son palabras mayores. Ya le cuesta crear ocasiones y rematarlas con Karim así que sin él, es un trabajo imposible, que acaba casi siempre con balón desde la banda para buscar el remate de Casemiro. Mariano sigue jugando con la intensidad habitual y aunque marcó dos goles, los dos fueron anulados por fuera de juego. Evidentemente su importancia en la construcción del juego de ataque es muy inferior a la de Zidane. Lo suyo es otra cosa. No le sirvió mucho al juego.

El equipo madridista tuvo el balón de manera exagerada durante la primera parte, pero no le sacó ninguna utilidad. El Valladolid tenía un plan: empezar fuerte el primer tiempo, aguantar después y empezar fuerte la segunda parte. Lo llevó a cabo con precisión y si no le salió mejor fue porque Courtois demostró lo que vale tener un buen portero. Apareció al principio del encuentro, cuando los locales atacaban y el Madrid no sabía muy bien qué hacer. El belga detuvo al rival y el partido fue lo que tenía que ser: pelota para el conjunto más fuerte, pero ocasiones para ninguno. Es un poco desesperante ver cómo el Madrid le faltan ideas para hacer daño. Asensio empezó animado o por lo menos, pidiendo la pelota y el protagonismo, pero se fue difuminando hasta hacerse invisible. Más lo intentó Vinicius, sin embargo el Valladolid tenía muy claro que siempre había que ir con dos futbolistas a taparle. Todo lo que hizo bien el Valladolid atrás para no dejar espacios, lo hizo mal en los centros al área. Como por arte de magia, Casemiro aparecía siempre donde llegaba el balón y sin nadie alrededor.

El partido no tuvo nada de ritmo ni de emoción. El Valladolid no se atrevía a más y el Madrid no tenía ganas o capacidad para otra cosa. Juega con los nervios de sus aficionados: no es fácil no enfadarse al ver a un equipo con las pulsaciones tan bajas cuando la competición te presenta una oportunidad tan buena para que el Atlético sintiera el miedo.

La segunda parte fue aún a peor: el Valladolid salió con la misma decisión que en la primera y casi sin esfuerzo se hizo con el control del partido. El Real Madrid parecía cansado. Quizá es que sólo estaba esperando su momento.

Por si acaso, Zidane ya preparaba los cambios de los tres de arriba. Buscaba un revulsivo, cambiar el ritmo, romper el aburrimiento. Hasta que el Valladolid hizo una falta a Lucas Vázquez no lejos del área y la manera de la que protestaron los locales ya demostraba el miedo que les daba esa jugada.

La puso Kroos, remató Casemiro y con ese gol fue suficiente para este equipo que conoce sus fuerzas y las maneja como nadie. Zizou cambió el dibujo, se puso con una defensa de tres y el que cerraba entre los centrales era...Casemiro. Centrocampista, delantero y defensa: contra las bajas, un futbolista que haga de tres.

Le salió bien el plan al entrenador francés, porque ya no pasó nada. Real El Madrid ya confía a tope en su capacidad defensiva y con Casemiro por ahí es imposible dudar. Llega la Champions con la moral como hace tiempo que no la tenía, con los resultados a favor. Al resto, no le da muchas vueltas.