Champions League

Final de Oporto

El Chelsea, rey de Europa ante el Manchester City (0-1)

Un gol de Havertz le da el triunfo en la final de la Champions ante el equipo de Pep, que no consiguió penetrar en el muro del equipo londinense. Tuchel supera a Guardiola

Los jugadores del Chelsea celebran la conquista de la Champions ante el Manchester City
Los jugadores del Chelsea celebran la conquista de la Champions ante el Manchester CityManu FernandezAP

Kai Havertz entrará en la historia como el autor que le dio su segunda Champions al Chelsea. César Azpilicueta, como el hombre que recogió la copa.

Un pase de Mason Mount abrió en canal al Manchester City y marcó el camino para el gol de Havertz. No había nada por el medio que pudiera contener el pase del inglés y la carrera del alemán para poner por delante al Chelsea. Ederson salió fuera de su área para tapar la llegada del atacante, pero llegó tarde y no quiso sacar la mano para evitar la expulsión.

Guardiola renunció de salida a jugar con un mediocentro clásico. Fernandinho y Rodri esperaban en el banquillo y Gundogan, el máximo goleador del City esta temporada, ocupaba ese lugar.

El Chelsea era más feliz en el campo. Se sentía seguro con su defensa de cinco, a pesar de la lesión de Thiago Silva, que se marchó demasiado pronto del campo. Inconsolable en la grada hasta que Havertz puso por delante a su equipo.

El City no sabía por dónde hacer un agujero al Chelsea. El equipo de Tuchel no tenía fisuras y su camino hacia la portería era más corto que el del equipo de Guardiola. No había intermediarios entre la recuperación de la pelota y el área de Ederson. Los movimientos eran rápidos para buscar la velocidad de Werner y Havertz. Werner tuvo la primera oportunidad y acertó Havertz con la segunda.

Para el City sólo había un camino. Los delanteros centros estaban al lado de los mediocentros en el banquillo, pero eso no es una rareza en el equipo de Guardiola, donde prácticamente todos los futbolistas de ataque han jugado como falso «9» en algún momento. La única alternativa al toque infinito era la velocidad de Sterling, la sorpresa de Pep en la alineación inicial.

Las cosas se pusieron peor para el City con la lesión de Kevin De Bruyne. El belga chocó con Rudiger de manera involuntaria. El central del Chelsea pareció un poco aturdido, pero pudo continuar en el campo. El capitán del City se marchó con un ojo morado como sin acabara de pelear con Tyson Fury y con evidentes gestos de dolor. En la grada trataba de bajar la hinchazón con una bolsa de hielo sobre el ojo.

La lesión de su estrella obligó a Guardiola a hacer movimientos: entró Gabriel Jesús y su equipo ya tenía un delantero centro. El siguiente paso fue la entrada de Fernandinho y el dibujo ya parecía más lógico, con un mediocentro que protegiera las espaldas de un equipo volcado al ataque.

Pep apuró las ventanas para los cambios sin apurar las sustituciones. Agüero fue el último en entrar en lugar de Sterling. Y el City, que se había trasladado a vivir al terreno del Chelsea durante toda la segunda parte, comenzó a acercarse más al gol.

Pero el Chelsea es un muro impenetrable bien construido por Tuchel. Y todo funciona. Azpilicueta está preparado para salvar la mejor oportunidad para el City y Kanté está para llegar adonde los demás no pueden llegar. Fue nombrado el mejor del partido.

El entrenador alemán perdió la final del curso pasado contra el Bayern Múnich cuando entrenaba al PSG. Fue despedido por el equipo parisino y encontró acomodo pronto en el Chelsea.

Cambió la cara al conjunto londinense y ha llegado donde no ha podido hacerlo su ex equipo, eliminado en semifinales por el City. Al Chelsea le va bien cambiar de entrenador. Sus últimos grandes éxitos europeos han llegado después de un relevo en el banquillo. Ganó la Champions en 2012 después de que Di Matteo sustituyera a Villas Boas como entrenador. Y al año siguiente, Rafa Benítez ganó la Liga Europa después de sustituir al propio Di Matteo. Incluso su primera final de Champions, que perdió contra el United, la alcanzó con Avram Grant como sustituto de Mourinho.

Ahora Tuchel continúa la tradición. Y deja a Pep, que llevaba años persiguiendo una final, primero con el Bayern y ahora con el City, a las puertas de un nuevo título. Tuchel fue aprendiz de Guardiola cuando entrenaba al Maguncia. Lo ha estudiado mucho y consiguió desactivar su juego en la final. Es el primer entrenador que alcanza la final de la Liga de Campeones dos años consecutivos con dos equipos diferentes. El éxito le ha llegado a la segunda. Los entrenadores alemanes siguen dominando en Europa. Klopp, Flick y ahora Tuchel han ganado las tres últimas Champions. Aunque el City siguió buscando el gol hasta el final. Mahrez lanzó por encima del larguero segundos antes de que Mateu Lahoz pitara el final del partido. Con el silbido del árbitro español los suplentes del Chelsea saltaron al campo para festejar.

Guardiola se fue a felicitar a Tuchel y mientras los jugadores del Chelsea celebraban el triunfo, Agüero no podía contener el llanto. Era su último partido con el City, la oportunidad de despedirse a lo grande. Y se marchó entre lágrimas.