Decepción

Guardiola o cuando 940 millones no bastan para ganar la Liga de Campeones

La multimillonaria inversión le sirvió al Manchester City para llegar a la final, pero no para ser campeón

Pep Guardiola se lamenta durante la final de Champions League entre Manchester City y Chelsea.
Pep Guardiola se lamenta durante la final de Champions League entre Manchester City y Chelsea.Jose CoelhoAgencia AP

Ganar la Liga de Campeones cuesta mucho esfuerzo y dinero. Pep Guardiola y el Manchester City lo saben bien. El técnico consiguió dos títulos con el Barcelona (2009 y 2011) y desde entonces no había vuelto a una final. Acumuló tres semifinales consecutivas con el Bayern de Múnich, entre 2014 y 2016, y con el City dio un paso atrás. Los cuartos de final se levantaron como un muro infranqueable durante las tres últimas temporadas para Guardiola, que en su primer curso con el City (2016-17) se estrelló en octavos de final contra el Mónaco.

A pesar de los tropiezos, pese a que el objetivo de dominar Europa continuaba lejos, el dinero nunca dejó de fluir. Las decepciones no desviaron del camino al City, ni a sus responsables deportivos y, lo que es más importantes, ni a sus propietarios. La hoja de ruta que se marcó el club cuando contrató a Guardiola no se vio alterada y el equipo siguió avanzando por la línea marcada por Pep, aunque el camino por Europa tuviera más curvas que rectas.

Cinco temporadas y 940 millones de euros invertidos, 239 de ellos en defensas centrales, le costó a Guardiola construir un conjunto capaz de llegar a una final de Liga de Campeones. Lo que no sabemos es cuánto le costará formar un equipo capaz de ganarla. Era la primera vez en su historia que el City se veía en un escenario como ese y el equipo no estuvo a la altura y se vio ahogado por el Chelsea.

Esos casi 1.000 millones de euros gastados se reparten entre los 215 de su primer curso en el City (2016-17); 317,5 en la temporada 2017-18; 78,6 en la 2018-19; 159,5 en la 2019-20 y 169,3 en la campaña actual.

Su obsesión por mejorar el sistema defensivo del equipo ha provocado que en estos cinco años, seis de los diez fichajes más caros sean defensas. El central portugués Rúben Dias contrato el pasado verano después de pagar 68 millones de euros al Benfica, es el fichaje más caro de la era Guardiola, aunque seguido muy cerca por los 67,8 millones que pagó en 2018 al Leicester por Riyad Mahrez.

En ese ranking de inversiones aparecen a continuación el lateral João Cancelo (Juventus) y el central Aymeric Laporte (Athletic), por los que pagaron 65 millones; el mediocentro Rodri (Atlético de Madrid), 62,7 millones; el lateral izquierdo Benjamin Mendy (Mónaco), 57,5; el central John Stones (Everton), 55,6: el lateral derecho Kyle Walker (Tottenham), 52,7; el mediapunta Leroy Sané (Schalke), fichado por 52 millones en 2016 y vendido el pasado verano al Bayern por 45; el centrocampista Bernardo Silva (Mónaco), 50; el central Nathan Aké (Bournemouth), contratado esta campaña por 45,3 millones; el portero Ederson (Benfica), 40; el delantero Gabriel Jesús (Palmeiras), 32; el lateral Danilo (Juventus), 30 y el centrocampista Ilkay Gündogan (Borussia Dortmund), 27. Esos son los 15 fichajes más caros que ha hecho el City desde que llegó Guardiola y de todos ellos solo Danilo y Sané no siguen en el club.

Stones, Gündogan y Gabriel Jesús llegaron al City al mismo tiempo que Guardiola, en el ya lejano verano de 2016, cuando también aterrizaron en el Etihad Claudio Bravo (Barcelona, 18 millones), Nolito (Celta, 18) y Gerónimo Rulli (Maldonado, 4,7), quien nunca llegó a debutar con el City. Ninguno de estos tres últimos continúa en una plantilla en la que sí permanece desde aquel año el lateral izquierdo ucraniano Oleksandr Zinchenko, fichado por dos millones de euros del Ufa ruso. Tenía 19 años y con paciencia y trabajo ha sabido mantenerse en un equipo donde un fichaje como el suyo es una rara excepción.