Opinión

Un hombre que luchó contra todo

La primera raqueta que tuvo la hizo con la madera de una silla. Y esa dejada que hacía y la bola volvía a la otra pista... Era puro talento

Manolo Santana, entre Nadal y Andy Murray, en el torneo de Madrid en 2015
Manolo Santana, entre Nadal y Andy Murray, en el torneo de Madrid en 2015Paul WhiteAgencia AP

Manolo Santana es conocido por todo el mundo, incluso por los no aficionados al tenis. Él fue un pionero del tenis en particular y del deporte español en general, como Ángel Nieto, Paquito Fernández Ochoa o Seve Ballesteros, una de las grandes referencias e iconos a nivel mundial. Aparte de eso, yo he tenido una muy buena relación con él desde que era pequeño y le tenía un cariño inmenso. Fue el primer y único capitán de Copa Davis que me llamó para jugar contra Nueva Zelanda en el 99, que peleábamos por no descender. Le estaré eternamente agradecido, pero no sólo por eso, por todo lo que me ha dado, me ha enseñado y todas la vivencias que he tenido con él. Recuerdo la primera vez que fui a Marbella, a Puente Romano, que él estaba de director del club y me invitó una semana en Navidad a mi hermano y a mí a entrenar; fue la primera relación más estrecha que tuvimos, y después en la Ciudad Deportiva, que él era un gran aficionado del Real Madrid, iba mucho por ahí, le veía y la verdad es que siempre ha estado presente en mi vida y en mi carrera. Tengo una relación más que de amistad, casi de padre.

Como jugador era un talento de la naturaleza, hecho a sí mismo, salió de la nada, la primera raqueta que tuvo la hizo con una madera de una silla y eso dice mucho del talento natural que tenía. No era un prodigio físico, pero sí tenía el talento y la mentalidad ganadora. Salió de una familia con pocos recursos económicos, pero él luchó contra todo porque era la época de la posguerra y eso también marcó mucho su carácter en la pista y sus ganas de superarse. No descubro nada cuando hablo de su talento, todos sus rivales lo reconocen, era capaz de hacer cosas que a lo largo de los años se han valorado más y que tenían su sello, como la dejada que hacía y la pelota volvía a la otra pista. Eso es de un maestro, de un genio del tenis.

Y como persona era fantástico, encantador, un relaciones públicas increíble, se llevaba bien con todo el mundo, tenía un carácter extrovertido, muy abierto. Le gustaba divertirse con sus amigos.

Su salud estaba delicada, pero eso no quita que sea una tristísima noticia. Es una persona a la que he admirado y su legado quedará siempre. Gracias a dios, se le reconoció en vida. En una vida en la que siempre fue un gran propulsor del tenis: como jugador primero, pero después como entrenador, organizador de torneos, eventos, capitán de Copa Davis... Un hombre de tenis hasta el final. Lo suyo es único, y además en una época en la que salir de España y triunfar en un deporte era muy, muy complicado.