Velocidad

Fraser-Pryce no tiene fin: quinto oro mundial en 100 en la exhibición de Jamaica, que logra el triplete

A la veterano velocista le acompañaron sus compatriotas Shericka Jackson, plata, y Elaine Thompson, bronce. El mismo podio de los Juegos Olímpicos, con los puestos cambiados

Shelly-Ann Fraser-Pryce, en el centro, con la medalla de oro, Shericka Jackson, con la plata (derecha) y Elaine Thompson, con el bronce, no dejaron hueco en el podio para nadie que no fuera jamaicana
Shelly-Ann Fraser-Pryce, en el centro, con la medalla de oro, Shericka Jackson, con la plata (derecha) y Elaine Thompson, con el bronce, no dejaron hueco en el podio para nadie que no fuera jamaicanaAshley LandisAgencia AP

Si Estados Unidos reinó en la prueba estrella de la velocidad masculina, los 100 metros, en el Mundial de Atletismo de Eugene, en la femenina, qué duda cabe, no hay quien tosa a Jamaica. Las mismas mujeres que coparon el podio el pasado verano en los Juegos Olímpicos de Tokio lo hicieron en Oregón, aunque con los puestos cambiados. La veterana Shelly-Ann Fraser Pryce, con 35 años, logró su quinto oro Mundial y parece que no tiene fin (en Japón fue plata). A su lado, Shericka Jackson, plata (tercera en los Juegos) y Elaine Thompson, bronce (campeona olímpica en Japón, revalidando el título que logró en 2016 en Río; en realidad, el doble éxito: los oros en 100 y 200).

Eran las favoritas y no fallaron, en una prueba dominada con claridad por Fraser Pryce, la mujer de las pelucas, la atleta que en medio de un ciclo olímpico fue mamá, sólo para volver más fuerte todavía, la infinita dominadora del hectómetro en el Mundial. Ganó el de 2009 en Berlín, el lugar y en el campeonato en el que Usain Bolt dejó el récord del mundo en 9,58, falló dos años después en Daegu 2011, pero nunca más: repitió el triunfo en Moscú 2013, Pekín 2015 (no estuvo en Londres 2017 por el embarazo), Doha 2019 y ahora en Eugene, Oregón. Con 35 años, además, lo ha hecho logrando el récord de los campeonatos, 10.67. Más mayor, pero todavía mejor.

No salió especialmente bien, pero su remontada fue antológica, con una peluca elegida para la ocasión, amarilla negra y verde, los colores de su país. Apenas mide un metro y medio, lo que podía ser una limitación porque su zancada es más corta, pero tiene tal cadencia que parece el correcaminos, y a mitad de la recta ya iba delante y se impuso con una claridad pasmosa, dándole tiempo casi a celebrarlo con esa cara que pone cuando corre que parece que va a despegar.

Justo detrás entró Shericka Jackson, la cuatrocentista reconvertida, pues tiene medallas olímpicas también (bronce en Río 2016) y Mundiales (bronce en Pekín 2015 y Doha 2019) en la vuelta entera a la pista y desde hace un tiempo ha bajado la distancia para contradecir lo que ella siempre explicaba: “No soy una velocista”. Pues va a ser que sí, y además está en un momento de forma espectacular y los 100 los corrió en 10.73, la mejor marca de su vida, y a ver qué pasa con los 200 porque a finales de junio logró la tercera mejor marca de la historia, con 21.55.

Elaine Thompson, la especialista olímpica con su oro y plata ganados en Río 2016 y revalidados en Tokio 2020, logró esta vez la medalla de bronce.