Real Madrid
Ancelotti: «Quiero seguir, pero...»
Ancelotti sonó a pasado en alguna de sus respuestas tras caer eliminado ante la Juventus. Puede que su castellano incipiente no le ayudara del todo, pero lo cierto es que el italiano conjugó en pretérito perfecto compuesto algunas de sus explicaciones, especialmente las que tenían que ver con el balance de sus dos años al frente del Real Madrid. «Estoy satisfecho, porque he tenido una muy buena relación con los jugadores, apoyo constante del club en todos los momentos, buenos y malos. Me he encontrado muy bien y lo valoro de manera positiva», dijo el técnico, que sin querer hablar del futuro lo hizo bastante, al menos de lo que él piensa que debe ser lo que viene si él tuviera la última palabra. «Si el club está contento con mi trabajo no hay nada de qué hablar; yo, al menos, no tengo nada de qué hablar. Mi futuro está decidido y me gustaría quedarme aquí, pero sé cómo son las cosas del fútbol», admitía Ancelotti, que quiere dejar pasar los dos partidos que quedan de Liga, cerrar el curso y sentarse si es que el club tiene algo que decirle.
«No tiene mucho sentido hablar ahora de lo que puede pasar», añadía, sin poder abandonar ese tono del que es consciente de que la última decisión no depende de él. Tiene un año más de contrato y a finales de 2014 aparecieron los rumores de que el club lo iba a llamar para ampliar el compromiso. Él siempre dijo que estaba tranquilo y que no había nada que negociar porque había tiempo. Ahora, hay pendiente una reunión, habitual siempre que el Real Madrid no cumple con sus objetivos. Tras ganar tres títulos la temporada pasada, con la llegada de la ansiada «Décima», el equipo creció en juego y resultados durante la primera mitad del año, con el récord de 22 victorias consecutivas. Después llegaron las lesiones, algunas derrotas, el adiós a la Copa del Rey ante el Atlético y la pérdida del liderato en la Liga.
También la sensación de que había pocas rotaciones y de que algunos jugadores no estaban siendo aprovechados del todo. Más allá de esto, el saldo de sus dos años en el Bernabéu parece positivo, lo mismo que su carácter, que ha mantenido unido y convencido al vestuario. No quiso tampoco entrar a valorar lo que necesita la plantilla para el año que viene, por si el cataclismo que siempre sucede a la eliminación del Real Madrid en Liga y «Champions» se lo lleva por delante.
Los nombres de Zidane o de Rafa Benítez empezarán a sonar, aunque no hay que descartar ninguna opción, siempre siendo conscientes de que unas son más probables que otras. No hay grandes entrenadores libres en el mercado y los futbolistas están con él, dos cosas que podrían evitar el destino más probable. Su adiós o no será la primera decisión de la nueva vida del Real Madrid, a la que seguirá otra que tiene que ver con Casillas. El portero fue aplaudido ayer y evitó el segundo gol de la Juventus con dos paradas de su repertorio de antes. Iker será otro de los puntos calientes del largo verano que espera en las oficinas del Bernabéu hasta mediados de agosto. Para entonces, puede que el responsable técnico sea otro, según se desprende del discurso en pasado del técnico, que se fue contento con el partido de sus jugadores.
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