Andreescu prolonga en el Open USA la maldición de Serena Williams

La maldición continúa. Bianca Andreescu levantó su primer Grand Slam a costa de Serena Williams. La canadiense se impuso a la estadounidense por 6-3 y 7-5 en una hora y 39 minutos y el récord de 24 Grand Slams de Margaret Court sigue siendo inalcanzable para la menor de las Williams. Es la cuarta final de un Major que cede Serena en la búsqueda por igualar el récord de la leyenda australiana. Angelique Kerber fue su verdugo en Wimbledon; Osaka, en Australia; Simona Halep, otra vez en el All England Tennis Club y Andreescu, en la final del Abierto de Estados Unidos. Cuatro finales y cuatro derrotas ante cuatro rivales distintas. Un castigo brutal, aunque en los planes de Serena está seguir intentándolo.

Nunca una final de un Grand Slam femenino en la Era Open había tenido dos finalistas con una diferencia de edad como la de Serena y Andreescu. La canadiense tiene 19 años y en enero era la número 152 del mundo. Serena (26-9-1981, Saginaw) ganó su primer Major, precisamente en Nueva York, en 1999 cuando Andreescu todavía no había nacido. El desarrollo de la final estuvo al margen del grado de experiencia de sus protagonistas. Serena perdió su primer saque con una doble falta; regaló el primer set con una doble falta y cedió el primer break de la segunda manga con otra doble falta. Inconcebible en una jugadora con tantos grandes partidos en su raqueta. La estadounidense cometió muchísimos errores no forzados. Andreescu y su tenis agresivo fueron una tortura para la Williams. Propuso intercambios cortos y los dominó con una autoridad abrumadora.

Patrick Mouratoglou, el técnico de Serena, aseguraba que su pupila llegaba mejor que a las anteriores tres finales. Quizá no contaba con que la novata canadiense ofreciera el nivel de tenis que mostró. En el último precedente, la final de Montreal, Serena cayó por problemas físicos que la obligaron a retirarse. En Nueva York perdió por puro tenis pese a la reacción en el segundo set cuando marchaba 5-1 abajo y que le llevó a salvar dos bolas de partido. Con 37 años, siete Open de Australia, siete Wimbledon, siete Open USA y tres Roland Garros, el vigésimo cuarto Grand Slam tendrá que seguir esperando. Andreescu ya tiene el primero en una colección que no ha hecho más que empezar.